El ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, dijo que la
Policía Nacional está de duelo por la muerte del suboficial superior Adolfo
Leónidas Castellano Carrillo, víctima de la explosión de una granada que fue dejada por delincuentes
en el frontis de un colegio en Villa el Salvador. "Lo reconocemos
como un héroe de la Policía", afirmó.
Durante la presentación de los resultados de los operativos policiales realizados a nivel nacional, dijo que es tiempo de preguntarse si actos delincuenciales de este tipo deben ser tipificados como terroristas.
"Este tema de las granadas de las que estamos hablando no es delincuencia común. Otra vez pregunto a los juristas ¿Ya podemos hablar de actos terroristas hechos por delincuentes?". La legislación parece que no contempla que un hecho de terror como es este podamos pasar a la tipificación de terrorismo”, señaló.
Durante la presentación de los resultados de los operativos policiales realizados a nivel nacional, dijo que es tiempo de preguntarse si actos delincuenciales de este tipo deben ser tipificados como terroristas.
"Este tema de las granadas de las que estamos hablando no es delincuencia común. Otra vez pregunto a los juristas ¿Ya podemos hablar de actos terroristas hechos por delincuentes?". La legislación parece que no contempla que un hecho de terror como es este podamos pasar a la tipificación de terrorismo”, señaló.
“Lo planteo
para que hagan un análisis jurídico, podemos
hablar también de terrorismo no ideologizado, pero sí son organizaciones que
causan zozobra y terror”, añadió.
El suboficial superior Adolfo Leónidas Castellano Carrillo, de 51 años de edad y con 29 años de servicios, falleció en la víspera cuando intentaba desactivar una de las dos granadas que manos criminales arrojaron debajo de un vehículo en los exteriores del colegio Cristo Salvador, ubicado en el distrito de Villa El Salvador. Era integrante de la Unidad de Desactivación de Explosivos. Deja viuda y dos hijos (Fuente: Andina).
El suboficial superior Adolfo Leónidas Castellano Carrillo, de 51 años de edad y con 29 años de servicios, falleció en la víspera cuando intentaba desactivar una de las dos granadas que manos criminales arrojaron debajo de un vehículo en los exteriores del colegio Cristo Salvador, ubicado en el distrito de Villa El Salvador. Era integrante de la Unidad de Desactivación de Explosivos. Deja viuda y dos hijos (Fuente: Andina).
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