El comandante del vuelo de Air Canada que
cubría ayer el trayecto entre Tel Aviv y
Toronto decidió que debía realizar un aterrizaje de emergencia en la ciudad
alemana de Frankfurt para evitar la muerte de un perro que viajaba
en la bodega del avión.
El animal, un bulldog francés llamado Simba, no estaba enfermo ni presentaba síntoma alguno: el piloto tomó la decisión tras descubrir que la calefacción de la bodega no funcionaba de manera correcta. Este sistema ayuda a que la temperatura de esa parte del avión sea la adecuada y protege el equipaje de temperaturas que pueden llegar a ser de -50 grados centígrados. Si en esa parte del avión no hubiera viajado un ser vivo, es muy probable que la tripulación habría decidió seguir adelante. Pero como estaba Simba, el avión aterrizó en Frankfurt.
Según la página web City New, cuando el controlador aéreo de Frankfurt preguntó el motivo del desvío, el piloto respondió que había un perro que podía fallecer en la bodega, y que él era el responsable de todas las vidas que iban a bordo, ya fueran de personas o de animales.
La identidad del comandante se desconoce, pero sí que se sabe que el costo de la inesperada parada es superior a los 10 mil dólares (8 mil 900 euros), ya que el avión tuvo que repostar y Air Canada tuvo que pagar las tasas aeroportuarias correspondientes por tomar tierra en una ciudad inesperada. Tras confirmarse la avería, el avión despegó dos horas después, pero sin Simba a bordo: el perro voló en otro avión en el que funcionaba la calefacción y llegó sano y a salvo a Toronto al día siguiente.
Un portavoz de Air Canada lamenta las molestias causadas por la avería, y en declaraciones concedidas a CNN reconoce que “Aunque sabemos que ha sido una molestia para nuestros clientes, en general la reacción ha sido positiva, sobre todo una vez que la gente ha sabido que el perro estaba en peligro y que, gracias al desvío, quedó a salvo" (Fuente: WTB, en la foto el perro con su dueño).
El animal, un bulldog francés llamado Simba, no estaba enfermo ni presentaba síntoma alguno: el piloto tomó la decisión tras descubrir que la calefacción de la bodega no funcionaba de manera correcta. Este sistema ayuda a que la temperatura de esa parte del avión sea la adecuada y protege el equipaje de temperaturas que pueden llegar a ser de -50 grados centígrados. Si en esa parte del avión no hubiera viajado un ser vivo, es muy probable que la tripulación habría decidió seguir adelante. Pero como estaba Simba, el avión aterrizó en Frankfurt.
Según la página web City New, cuando el controlador aéreo de Frankfurt preguntó el motivo del desvío, el piloto respondió que había un perro que podía fallecer en la bodega, y que él era el responsable de todas las vidas que iban a bordo, ya fueran de personas o de animales.
La identidad del comandante se desconoce, pero sí que se sabe que el costo de la inesperada parada es superior a los 10 mil dólares (8 mil 900 euros), ya que el avión tuvo que repostar y Air Canada tuvo que pagar las tasas aeroportuarias correspondientes por tomar tierra en una ciudad inesperada. Tras confirmarse la avería, el avión despegó dos horas después, pero sin Simba a bordo: el perro voló en otro avión en el que funcionaba la calefacción y llegó sano y a salvo a Toronto al día siguiente.
Un portavoz de Air Canada lamenta las molestias causadas por la avería, y en declaraciones concedidas a CNN reconoce que “Aunque sabemos que ha sido una molestia para nuestros clientes, en general la reacción ha sido positiva, sobre todo una vez que la gente ha sabido que el perro estaba en peligro y que, gracias al desvío, quedó a salvo" (Fuente: WTB, en la foto el perro con su dueño).
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