viernes, 21 de agosto de 2015

RICHARD SORGE EL ESPÍA QUE AVISÓ DE LA INVASIÓN INMINENTE ALEMANA A LA URSS Y QUE STALIN DESOYÓ

El 22 de junio de 1941 daba comienzo la operación Barbarroja, nombre clave con el que el Tercer Reich llamó a su intento de invasión de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial.
Una invasión que finalmente fue contraatacada por el Ejército Rojo que contó con un infalible aliado: el frío invierno ruso. Pero, hasta el momento de la victoria final, durante los primeros compases de la invasión alemana la balanza estuvo inclinada del lado germano, quien pilló por sorpresa a los soviéticos.
Posiblemente muchas de las más de cuatro millones de muertes que se produjeron se podrían haber evitado de no haber sido porque desde el Kremlin se desoyó el aviso enviado el 12 de mayo por uno de sus mejores espías y que advertía de la inminente invasión de la Wehrmacht a la URSS para el 22 de junio.
Quien facilitó dicha información fue Richard Sorge el hombre que los soviéticos tenían recabando información en Japón, debido a que una de las grandes preocupaciones de Stalin era el intento de ataque nipón de la Unión Soviética a través de  la región de Manchuria, en el noreste de China (zona geográfica limítrofe de la URSS y Mongolia) que estaba controlada por los japoneses desde una década atrás.
Sorge había conseguido la fecha exacta del inicio de la operación Barbarroja   gracias al valioso contacto que había hecho en Tokio, donde conoció y entabló una profunda amistad con Eugen Ott, embajador del Tercer Reich Tercer Reich en Japón.
Una de las ventajas con las que Richard Sorge contaba era su ascendencia y nacionalidad alemana, motivo por el que pudo y supo moverse alrededor de las élites nazis en la capital japonesa.
La amistad y confianza entre Sorge y Ott permitió que el espía a sueldo de los soviéticos se moviera con total libertad por la embajada, accediendo a información confidencial y a los cables y mensajes que llegaban con noticias sobre los propósitos alemanes.
A pesar de la privilegiada posición de Richard Sorge a la hora de conseguir valiosa información para los soviéticos y el impecable trabajo como espía que realizaba, su aviso no fue tomado en consideración con la atención que requería por parte de Stalin, teniendo en cuenta que docenas eran los informes que llegaban semanalmente desde los espías que la URSS tenía repartidos por todo el planeta y en los que cada uno daba datos diferentes e inconclusos.
La información facilitada por Sorge, a pesar de su precisión y acierto, se trató como uno más de los muchos mensajes. De no haber sido así el Ejército Rojo no hubiese sido pillado desprevenido y, probablemente, cientos de miles de vidas se hubieran salvado.

La URSS tardó dos décadas en reconocer a Richard Sorge como “héroe de la Unión Soviética” (Wikimedia commons).
Tras el acierto en su informe, una vez llevada a cabo la operación Barbarroja, Richard Sorge fue escuchado con más atención desde el Kremlin en los siguientes meses.
Pero el valor y servicio del que se podría considerar como uno de los mejores espías soviéticos de la IIGM de poco serviría cuando fue descubierto y detenido el 18 de octubre de 1941 por la policía secreta japonesa.
El gobierno nipón ofreció un intercambio de prisioneros con la URSS, entre los que se encontraba Sorge, pero los soviéticos declinaron el ofrecimiento aludiendo que no era uno de sus hombres y declararon no conocerlo. No conseguido el canje deseado, esto fue definitivo para que las autoridades japonesas decidieran ejecutarlo el 7 de noviembre de 1944. Mientras era ahorcado Richard Sorge gritó unos vivas a la Unión Soviética y a la Revolución de Octubre.

No fue hasta dos décadas más tarde (1964) cuando la URSS reconocería el enorme valor que Richard Sorge tuvo para ellos durante la IIGM, declarándolo ‘héroe de la Unión Soviética’ (Fuente: Yahoo! Noticias).

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