lunes, 1 de diciembre de 2014

ALEMANIA CONMOCIONADA POR LA MUERTE DE ESTUDIANTE TURCA QUE MURIÓ POR DEFENDER A DOS CHICAS QUE CORRÍAN PELIGRO DE SER ABUSADAS SEXUALMENTE

Conmoción, dolor y muchas lágrimas. Alemania llora la pérdida de Tugce Albayrak, una estudiante de 23 años y de origen turco, que en dos semanas ha pasado de ser una completa desconocida a una de las personas más queridas en todo el país por su valentía y su lucha contra el machismo más retrógrado que hace unos días apareció con toda su virulencia en Offenbach. Su muerte, el pasado 28 de noviembre, el día de su cumpleaños, a causa de los golpes que recibió, hace que hoy el mundo sea un poquito peor de lo que lo era ayer.

Pero para conocer la historia de esta joven hay que remontarse un poco atrás. Exitosa estudiante de medicina, Tugce estaba ilusionada ante los cambios que se presentaban en su vida. Estaba comprometida con su novio y tenía pensado casarse el año que viene, pero todos sus sueños y esperanzas se torcieron una noche de madrugada después de salir de fiesta con sus amigos.

Esperaban la cola en un restaurante de comida rápida cuando la muchacha escuchó gritos en el baño y decidió acudir a ver qué estaba pasando. El panorama que encontró allí no fue precisamente agradable.

Dos jóvenes estaban intentando abusar de dos chicas que estaban en estado de ebriedad, Tugce dio la voz de alarma y lograron liberar a las jóvenes y echar a los acosadores del local, pero uno de ellos no iba a perdonar a la salvadora.













Manifestantes, con fotos de Tugce, se reúnen para recordarla.

Cuando la muchacha salió del establecimiento recibió un golpe en la cara y cayó al suelo: una fractura en la base del cráneo y una hemorragia cerebral la dejaron en coma durante dos semanas, unos días angustiosos en los que casi todas las oraciones en Alemania fueron destinadas a ella.

Pero no pudo sobrevivir. Estaba en muerte cerebral como consecuencia de sus heridas y el día en el que cumplía los 23 años sus padres decidieron desconectarla de la máquina que aún la unía a la vida. No sólo moría una estudiante de medicina, sino también un símbolo de que todavía queda mucho camino por recorrer en la lucha contra la violencia machista.
Tugce no pudo llegar a ver cómo su agresor, de sólo 18 años, era detenido. Tampoco las reticencias de las jóvenes a las que salvó a denunciar por el miedo que aún tienen. Pero seguro que de alguna manera le llegó el apoyo de las miles de personas que se concentraron en las calles alemanas y delante del hospital para rendirle un sentido homenaje, para darle las gracias por su valentía, para despedirse de una mujer que con toda la vida por delante se encontró con la barbarie y la irracionalidad más profunda.


Ahora, una petición a través de Change.org, que ya ha recogido más de 130 mil firmas, pide que se le conceda a la muchacha la medalla por el mérito civil de Alemania. Pero por muchos merecidos reconocimientos que reciba, no hay consuelo para un país que no entiende cómo un acto tan loable pudo terminar de la peor de las maneras posibles. Desde el viernes, Tugce ya forma parte de la memoria de todos y cada uno de los alemanes (Fuente: Gaceta de Trotamundos. Fotos: Facebook, AP).

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