viernes, 5 de diciembre de 2014

REPRESENTANTES AFRICANOS DENUNCIAN EN CONFERENCIA SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO QUE PROTOCOLO DE KYOTO LANGUIDECE POR RESPONSABILIDAD DE PAÍSES INDUSTRIALIZADOS

Los representantes africanos presentes en la conferencia sobre cambio climático que se celebra en la capital peruana afirman que el Protocolo de Kyoto languidece porque los países industrializados dan “pasos de bebé” hacia la ratificación de la Enmienda de Doha que le dio una nueva oportunidad de vida a ese instrumento.
El Grupo Africano y otros negociadores de los países de menor desarrollo en la 20 Conferencia de las Partes (COP 20) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático  (CMNUCC), que comenzó el lunes 1 en Lima, expresan su preocupación por la lentitud para darle fuerza legal al Protocolo de Kyoto, el único instrumento internacional contra el recalentamiento planetario que compromete al Norte industrializado a reducir sus emisiones de gases invernadero.

"Las respuestas de los países ricos y desarrollados no muestran ningún sentido de urgencia: presentaron menos financiación para el clima que el año pasado, no elevaron sus metas de contaminación y ni siquiera ratificaron legalmente el Protocolo de Kyoto, como prometieron hace dos años": Mithika Mwenda.
“La lenta ratificación del segundo período de compromiso por parte de los países desarrollados no construye confianza. En nuestra opinión, los países desarrollados están incumpliendo, abandonando y debilitando al Protocolo de Kyoto”, declaró Nagmeldin El Hassan, el presidente del Grupo Africano, en la inauguración de la COP 20.
Hasta el 12 de este mes, representantes de 195 países y centenares de miembros de la sociedad civil negocian en Lima el borrador de un nuevo tratado mundial destinado a revertir el calentamiento del planeta, que deberá suscribirse un año después en París.
El Hassan dijo que la no ratificación de la Enmienda de Doha por los países industrializados obliga a los países de menor desarrollo a asumir compromisos legales, mientras que los emisores históricos de los gases de efecto invernadero flexibilizan los suyos. “Tenemos que dejar en claro que no vamos a ser parte en este juego”, advirtió.
La Enmienda de Doha se acordó en diciembre de 2012 para extender el Protocolo de Kyoto, suscrito en 1997 y vigente desde 2005,  a un segundo período de compromiso, comprendido entre el 1 de enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2020. La Unión Europea (UE), sus 28 Estados miembros y otros países industriales ratificaron la enmienda.
La CMNUCC, a la que el Protocolo de Kyoto está vinculado, requiere la ratificación de 144 países antes de que esa extensión sea un hecho.
Pero a fines de noviembre de 2014 solo 20 países habían ratificado la Enmienda de Doha. Guyana fue la última en hacerlo, en vísperas de las negociaciones en Lima.
Es necesario acelerar el proceso de ratificación y adoptar normas contables claras en Lima para que la enmienda entre en vigor antes de la próxima conferencia climática en París, subrayó El Hassan.
Grupos ecologistas y otras organizaciones no gubernamentales (ONG) africanas también piden a los gobiernos que aceleren la ratificación del segundo período de compromiso del Protocolo.
Mithika Mwenda, secretario general de la Alianza Panafricana de Justicia Climática, que agrupa a más de 30 ONG con sede en África, dijo a IPS que estaba desmoralizado por los “pasos de bebé” que los países desarrollados dan hacia la ratificación.
“Los africanos enviaron sus gobiernos a Lima con reclamos urgentes y creativos para hacer frente a la crisis climática”, aseguró Mwenda.
“Pero las respuestas de los países ricos y desarrollados no muestran ningún sentido de urgencia: presentaron menos financiación para el clima que el año pasado, no elevaron sus metas de contaminación y ni siquiera ratificaron legalmente el Protocolo de Kyoto, como prometieron hace dos años”, afirmó.
Según Mwenda, el Norte industrializado está decidido a retrasar su participación en el segundo período de compromiso del Protocolo. “Están dejando que sus intereses nacionales  triunfen sobre el bien común global y optan por no participar en las normas multilaterales”, recalcó.
La secretaria ejecutiva de la CMNUCC, la costarricense Christiana Figueres, dijo a los delegados de la COP 20 que los países desarrollados y en desarrollo que son partes en el Protocolo de Kyoto deben ratificar la enmienda para salvarlo de languidecer en el limbo.
“Lo he dicho antes y permítanme decirlo de nuevo. Para que este marco jurídico internacional entre en vigor, los gobiernos deben completar su proceso de ratificación lo antes posible. Necesitamos una señal política positiva de la ambición de las naciones para reforzar la acción climática fundamental”, reclamó Figueres.
El Grupo Africano busca la ratificación de la Enmienda de Doha porque esta extiende un compromiso legal a los países del Anexo 1,  que comprende a los integrantes de la Organización para la Cooperación y el  Desarrollo Económicos y a varias economías en transición, para que contribuyan con el esfuerzo mundial de mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ram Prasad Lamsal, presidente nepalés del Grupo de los Países Menos Adelantados (PMA), dijo a IPS que “la ratificación es esencial para que el Protocolo de Kyoto siga siendo la piedra angular del sistema acordado multilateralmente y basado en normas” de la CMNUCC “y refleje plenamente sus principios de equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas”.
No obstante, aunque África reclama que el Norte industrializado ratifique la Enmienda de Doha, solo cuatro países africanos la habían ratificado a fines de noviembre: Kenia, Marruecos, Sudáfrica y Sudán.
Un delegado de la UE, que pidió que se mantuviera su nombre en reserva, se preguntó por qué los países africanos, al igual que el Grupo de los PMA, el Grupo de los 77 y China, no habían ratificado aún el segundo período de compromiso pero presionaban a los países industrializados para que lo hicieran.
Paul Isabirye, el punto focal de la CMNUCC en Uganda, aseguró a IPS que los países africanos ratificarán rápidamente la enmienda una vez que los países desarrollados tomen la delantera.

“Pero incluso si todos los países africanos la ratifican, seguirá sin entrar en vigor hasta que nuestros colegas” del Norte “lo hagan. Ellos tienen el grueso de las emisiones que hay que recortar. La cuestión no es que África se quedó atrás, sino que los grandes emisores no parecen avanzar”, sostuvo Isabirye  (Fuente: IPS).

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