La inflación minorista de China subió en mayo a 2,5 por ciento, marcando
su nivel más alto en cuatro meses, mientras que la deflación de los
precios en fábrica se atenuó, reforzando señales de estabilización en la
economía local.
Pese a la subida la inflación china sigue estando dentro de una zona
aceptable para el Gobierno, lo que le da espacio de sobra para intensificar
medidas de política monetaria si es necesario para protegerse de una
desaceleración marcada del crecimiento económico.
El índice de
precios al consumidor de China subió un 2,5 por ciento en mayo con respecto al
mismo mes del año anterior, acelerándose respecto al aumento del 1,8 por
ciento en abril.
La cifra excedió apenas las expectativas del mercado de un 2,4 por
ciento, según mostraron datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.
Los precios de los alimentos aumentaron un 4,1 por ciento, acelerándose
también respecto al alza del 2,3 por ciento en abril.
"La
recuperación de los precios del cerdo, sumado a una base baja de comparación
del año pasado, ayudó a que los precios subieran más rápido", dijo
Li Huiyong, economista de Shenyin & Wanguo Securities en Shanghai.
"La cifra confortable de inflación dará espacio suficiente al banco
central para relajar su política monetaria en los meses venideros para
apuntalar la economía, agregó el analista.
El Gobierno ha establecido una meta de inflación de alrededor del 3,5
por ciento para este año.
En tanto, el índice de precios del productor cayó en mayo un 1,4 por
ciento respecto al año previo -registrando su 27mo. mes consecutivo de caídas-,
contra un descenso del 2 por ciento en abril y expectativas del mercado de una
caída del 1,5 por ciento.
"La cifra está en línea con el consenso del mercado y brinda más
pruebas de la estabilización de la economía", dijo You Hongye, analista de
Essence Securities en Pekín (Fuente: Reuters. Foto: AFP).
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