Por: Ricardo Verástegui López
Como las ramas del roble que cuida nuestro hogar.
Vigilan nuestros sueños,
indican nuestros pasos.
Los brazos de nuestros padres son puentes,
por ellos nuestros anhelos transitan.
Acarician la primera flor de primavera,
evitan los fríos del invierno.
Los brazos de nuestros padres son arados,
Preparan la siembra de nuestras ilusiones
y se elevan al cielo con los frutos
de nuestros amores.
Los brazos de nuestros padres son tropicales
palmeras,
serranos eucaliptos,
platanales montañeses
que a todos niños y a todas las niñas abrazan.
Brazos que tiemblan con el dolor de sus hijos e
hijas
y se agitan alegremente,
como aspas de molinos de viento
cuando hay risas y juegos.
Los brazos de nuestros padres son fuertes
como las columnas que sostienen nuestra casa.
Son pilares que hacen posible que sueñe
que mañana será un día de sonrisas infinitas
y del pan para todos.
(*) Tomado del l poemario inédito “Para ti Humanidades" de Ricardo
Verástegui López.
Rincón literario de URPI
para los que inspiran sus acciones en la lectura.
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