El presidente ecuatoriano, Rafael
Correa, aseguró ayer que la Cumbre de
las Américas celebrada el viernes y el sábado en Panamá, marcó un punto de
inflexión en la región, pese a que aún se advierten injerencias de Estados Unidos.
"La VII Cumbre de las
Américas marcó un punto de inflexión en la historia regional", pues,
además de la presencia de Cuba por primera vez en el foro, "América Latina
y el Caribe (estuvieron) más firmes y soberanos que nunca", escribió
Correa en su cuenta de Twitter.
"Nuestros pueblos ya no
aceptan tutelajes ni intervencionismos. América Latina habló claro y alto"
en Panamá, añadió Correa, que dijo coincidir con su colega estadounidense, Barack
Obama, en el sentido de no usar la aparente injerencia norteamericana para
justificar los fracasos en la región.
"Coincido con Pdte. Obama
en estar atentos en no utilizar la injerencia USA para justificar nuestros
fracasos. Las principales contradicciones son nuestras y la liberación depende
sobre todo de nosotros mismos", afirmó el mandatario ecuatoriano.
"La victimización le ha
hecho mucho daño a nuestros pueblos", aunque "lamentablemente, la
orden ejecutiva contra Venezuela, o el pedido de fondos al Senado para
injerencia en Ecuador y otros países, no son cosas del pasado, son cosas del
presente", apostilló Correa.
Correa se refirió con estos
mensajes a la reciente orden ejecutiva del presidente Obama que declara a
Venezuela una "amenaza" para su seguridad y a una petición de fondos
del Gobierno estadounidense para promover la libertad de prensa, los derechos
humanos y la democracia en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Ecuador.
La VII Cumbre de las Américas
culminó el pasado sábado en Panamá marcada por la histórica participación de
Cuba y la renovación de las relaciones hemisféricas que ha traído aparejada,
sin que ello impidiera críticas a Estados Unidos por su
"intervencionismo" en la región (Fuente: EFE).
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