EL SENTIDO DEL AMOR
Por: Viktor
E. Frankl
El amor
constituye la única manera de aprehender a otro ser humano en lo más profundo
de su personalidad. Nadie puede ser totalmente conocedor de la esencia de otro
ser humano si no le ama. Por el acto espiritual del amor se es capaz de ver los
trazos y rasgos esenciales en la persona amada; y lo que es más, ver también
sus potencias; lo que todavía no se ha revelado, lo que ha de mostrarse.
Todavía más, mediante su amor, la persona que ama hace posible que el amado
muestre sus potencias. Al hacerle consciente de lo que puede ser y de lo que
puede llegar a ser, logra que esas potencias se conviertan en realidad.
En
logoterapia (que es la escuela de psicoterapia que se centra en el significado
de la existencia humana, así como la búsqueda de dicho sentido por parte del
hombre) , el amor no se interpreta como un epifenómeno (fenómeno que se produce
como consecuencia de un fenómeno primario) de los impulsos e instintos sexuales
en el sentido de lo que se denomina sublimación. El amor es un fenómeno tan
primario como puede ser el sexo. Normalmente el sexo se justifica, incluso se
santifica, en cuanto que es un vehículo de amor, pero sólo mientras éste
existe. De este modo, el amor no se entiende como un mero efecto secundario del
sexo, sino que el sexo se ve como medio para expresar la experiencia de ese
espíritu de fusión total y definitivo que se llama amor.
Otro cauce
para encontrar el sentido de la vida es por vía del sufrimiento.
Viktor
E. Frank (1905-1997), considerado el más famoso psicoterapeuta del siglo XX y
el último de la gran generación de la Escuela de Viena, perfiló su teoría
basada en la búsqueda de un sentido para la vida, en el campo de concentración
de Theresienstad donde estuvo recluido por los nazis poco después del año 1942.
No hay comentarios:
Publicar un comentario