EL SATIRICÓN
CAPÍTULO 1
¿No son acaso las mismas Furias las que inquietan a
nuestros declamadores? Ellas son las que gritan: “Estas heridas las he recibido
por la libertad común! ¡Este ojo lo sacrifiqué por vosotros! Dadme un guía que
conduzca a mis hijos, pues mis corvas han sido cortadas y no pueden sostenerme
más.” Y aun todo esto resultaría soportable, si con ello abrían el camino de la
elocuencia a los discípulos que les seguirán. Pero esa hinchazón de temas y de
estrépito de frases totalmente vacuas no les sirven más para que, cuando acuden
al foro, se crean transportados a otro mundo; por eso creo que todos nuestros
jóvenes estudiantes se vuelven tontísimos en la escuela, porque de todo lo que
ven y oyen en ella nada les ofrece una imagen real de la vida. No son más que
piratas con cadenas, emboscados en las orillas, tiranos que preparan edictos
que condenan a los hijos a decapitar a sus propios padres; respuestas de
oráculos que, en una epidemia, mandan inmolar tres vírgenes o aún más; melosas
y blandas pompas de palabras; en fin,
los dichos y los hechos están todos como espolvoreados de adormideras y sésamo.
Cayo o Gaius
Petronius Arbiter, escritor y político romano, nacido entre los años 14 y 27 d.c., se suicidó
el año 65.
Rincón literario de URPI para
los que inspiran sus acciones en la lectura.
Boletín virtual de los sábados.
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