Por: Jesús Cabel
¿Por qué llegas llorando
en el eco adolorido de tu ausencia?
¡A ti!, que siempre estarás en mi memoria
¡A ti!, del de sensible corazón,
serás siempre un hermano eterno
y desde lo divino estarás orando,
cuando
el toque del ángelus
anuncie
una hora de mi vida,
un
acercamiento hacia la muerte
y yo
tendré tu voz querida,
que
es un amor que jamás se acabará.
(*) Tomado del
libro Ausencia de Jesús Cabel, publicado en Lima el año de 1967.
Rincón literario de URPI para los que inspiran sus
acciones en la lectura.
Boletín virtual de los sábados.
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