Por: Pablo Neruda
y te tuerces en lentas espirales de humo.
Soy el
desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo.
Última amarra,
cruje en ti mi ansiedad última.
En mi tierra desierta eres la última rosa.
Ah silenciosa!
Cierra tus ojos
profundos. Allí aletea la noche.
Ah desnuda tu cuerpo de estatua temerosa.
Tienes ojos
profundos donde la noche alea.
Frescos brazos de flor y regazo de rosa.
Se parecen tus
senos a los caracoles blancos.
Ha venido a
dormirse en tu vientre una mariposa
de sombra.
Ah silenciosa!
He aquí la soledad
de donde estás ausente.
Llueve. El viento
del mar caza errantes gaviotas.
El agua anda descalza
por las calles mojadas.
De aquel árbol se
quejan, con enfermos, las hojas.
Abeja blanca,
ausente, aún zumbas en mi alma.
Revive en el
tiempo, delgada y silenciosa.
Ah silenciosa!
(*) Pablo Neruda nacido en Parral (Chile) el año
de 1904 y fallecido en Santiago en 1973, fue galardonado el año 1971 con el Premio Nobel de Literatura. Neruda es
considerado como uno de los grandes poetas del idioma castellano.
Rincón literario de URPI para los que inspiran sus
acciones en la lectura.
Boletín virtual de los sábados.
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