La
cruenta guerra siria que camina ya hacia su tercer año sigue
cobrándose víctimas inocentes; la mayoría de las veces son civiles locales, niños
en muchos casos, a los que el conflicto les ha afectado más que a nadie. Pero
también hay extranjeros que llegan al
país a ayudar y mueren asesinados porque las guerras no entienden ni de
compasión ni de piedad.
Bien lo sabe ahora la familia
del doctor Abbas Khan, un médico
británico que viajó a Siria como voluntario para ayudar a niños heridos,
y nunca más va a volver. Varios
meses en una cárcel, torturado y finalmente asesinado por las fuerzas
leales al régimen de Al Assad, tienen la culpa.
El cirujano llegó a la primera línea del frente, a Alepo, en noviembre del año 2012 para tratar a civiles en un hospital de campaña, pero fue detenido a las 48 horas por cruzar la frontera con Turquía sin visado. Así empezó un infierno que se prolongaría durante varios meses y que ha terminado de la forma más trágica posible. Y eso que el propio Assad ordenó su puesta en libertad. Una señal que para los analistas internacionales muestra la paulatina pérdida de poder del aún presidente sirio.
Khan, padre
de dos hijos de 7 y 6 años, fue
encerrado en una celda en completa oscuridad, torturado y obligado a herir a
otros presos. Su madre, Fátima, viajó sola Alepo el pasado mes de
julio para intentar liberarle y le dijeron que estaba allí por atender a civiles moribundos, que está
considerado un acto de terrorismo en Siria.
“Estamos destrozados. Nos
habían asegurado desde el gobierno sirio que iba a ser liberado a finales de esta semana, pero obviamente han cambiado
su idea. Ellos contactaron con nosotros y nos dijeron que estaba muerto.
Es una barbaridad, es medieval”,
manifestó su hermano Afroze Khan.
Sin embargo, la explicación
oficial de las autoridades sirias es que el cirujano no fue asesinado, sino que
se suicidó, ahorcándose con su pijama
en el centro de detención de Damasco.
Una versión que no convence ni
a la familia ni al gobierno británico que en boca de Hugh Robertson de la
Foreign Office ha manifestado sus dudas
sobre “las sospechosas circunstancias” en las que el doctor ha
encontrado la muerte.
“No hay excusa para el tratamiento que ha
sufrido por las autoridades sirias que han asesinado a un británico que se encontraba en su país para ayudar a
las personas que resultaron heridas en la guerra civil”.
Desgraciadamente la muerte del
doctor Khan en una cárcel siria no ha sido un caso aislado, ya que los informes de Amnistía Internacional
muestran que más de 1.000 personas han muerto en prisión a manos de las
fuerzas del régimen de Al Assad desde que empezó el conflicto (Fuente: Daily
Mail).
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