El papa Francisco, en una entrevista concedida al diario italiano La Repubblica y publicada ayer,
señala que la corte es la lepra del papado, tras afirmar que los jefes de la Iglesia
a menudo han sido narcisistas, adulados por sus cortesanos.
Francisco asevera que al referirse a la corte no lo
hace en alusión a la curia que tiene algunos cortesanos, sino a aquellos que en
los ejércitos se llama la intendencia,
la que gestiona los servicios que necesita la Santa Sede.
La misma que, según el pontífice, tiene el defecto
de ser vaticanocéntrica. Cuida los intereses del Vaticano, que son todavía, en
gran parte intereses temporales, anota.
Francisco enfatiza que no comparte esta visión
vaticanocéntrica, que se olvida del mundo que nos rodea, y que él hará todo lo
posible para cambiarla.
La Iglesia es, o debe volver a ser, una comunidad
del pueblo de Dios y los curas, los párrocos, los obispos están al servicio del
pueblo de Dios.
El papa precisa que los males más graves que
afligen al mundo en estos años son la falta de trabajo de los jóvenes y la
soledad en que son dejados los viejos. Los viejos tienen necesidad de cuidado y
de compañía; los jóvenes, de trabajo y de esperanza, pero no tienen ni lo uno
ni lo otro, y el problema es que ya no lo encuentran. Están aplastados por el
presente, puntualiza.
Al respecto el papa Francisco lanza como interrogantes
si se puede vivir aplastado por el presente, sin memoria del pasado y sin el
deseo de proyectarse al futuro construyendo un
proyecto, un porvenir, una familia (Fuente: Diario El País).
No hay comentarios:
Publicar un comentario