El
diálogo es el mejor instrumento para construir la unidad y bienestar del país,
sostuvo hoy el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Salvador
Piñeiro, quien saludó la disposición de los partidos políticos y del Ejecutivo
para llegar al consenso.
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Tras
remarcar que es momento de unir esfuerzos y apostar por el Perú, recordó que en
democracia los partidos tienen discrepancias, pero ello no significa discordia,
por lo que es positivo que todos juntos dialoguen y encuentren acuerdos.
"Los
partidos son fundamentales en la institucionalidad, si se organizan,
reflexionan y encuentran el bien común, eso nos hace felices a los
peruanos", indicó en entrevista publicada por el Diario Oficial El
Peruano.
El
religioso invocó a la reflexión a las agrupaciones que han expresado su
disposición de retirarse del Diálogo Nacional que impulsa el Ejecutivo a fin de
elaborar una agenda nacional de consenso.
"En
el Perú hemos estado acostumbrados al enfrentamiento, los invito a que busquen
entendimiento, depongamos la pasión, la ideología, los intereses del partido y
que busquemos el bien común", añadió.
Señaló
que nadie debe quedar fuera del diálogo y que "es una responsabilidad de
todos construir un país de consensos y de resultados".
Consultado
sobre la inclusión social, Piñeiro consideró como "un signo de
esperanza" la presencia del Estado en las zonas más pobres.
"Los
programas de alimentación, educación y salud son necesidades básicas para que
la persona pueda crecer con dignidad. Felicito la iniciativa del Estado de
estar tan cerca de tantos hermanos marginados", manifestó.
Dijo que
siempre se ha tenido la mala costumbre de darle toda la responsabilidad a la
autoridad, cuando toda la sociedad tiene que ser responsable.
"Hoy
buscamos la comodidad, cómo saco la prebenda, el beneficio, el interés. Creo
que, como comunidad, debemos dar también signos de cariño, de cercanía. Me
gusta mucho lo que nos enseña el papa Francisco: la cultura de encuentro porque
estamos acostumbrados a la cultura del pleito, del enfrentamiento",
comentó.
En el
caso particular de Ayacucho, ciudad de la cual es obispo, destacó la inversión
en carreteras, al considerarlas fundamental para facilitar el traslado, el
encuentro de las personas y el comercio.
"Sin
desarraigarla de su ambiente, hay que ofrecer a la población oportunidades,
nuevas técnicas, herramientas para que la agricultura sea mejor y los niños
sean atendidos en las escuelas. Veo las cosas con mucho optimismo. Por mi
vocación, por mi carácter, soy un hombre de esperanza", refirió.
Opinó
que, a fin de garantizar la continuidad y eficacia de las políticas sociales, estas
tendrían que ser incorporadas al Acuerdo Nacional.
"Ya
la Iglesia lo ha repetido muchas veces, hay que tener una opción preferencial
por los pobres; todos tenemos que unir esfuerzos e iniciativas para aliviar el
sufrimiento de muchos", concluyó (Fuente: Andina).
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