La joven Organización
para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) encargada de eliminar estos
arsenales con el apoyo de los 189 estados miembros y ganadora este viernes del
premio Nobel de la Paz, ha realizado un
trabajo silencioso desde 1997 hasta que la crisis siria le otorgó un papel
protagonista.
Técnicos de la OPAQ se encuentran en estos momentos
en territorio sirio para proceder a la destrucción de las armas químicas en
poder del régimen de Bachar al Asad, quien ha anunciado que su país firmará la
Convención contra las Armas Químicas el próximo lunes 14 de octubre.
Si da ese paso, Sudán del Sur, Angola, Egipto y
Corea del Norte estarán fuera de la citada Convención, aunque Israel y Myanmar
la firmaron en 1993 y todavía no la han ratificado.
Sin embargo, el Comité Nobel de Noruega hizo
también hincapié en que varios países, sí firmantes, no han cumplido el plazo
para eliminar sus arsenales, que acabó en abril de 2012, y apuntó directamente
a Estados Unidos y Rusia.
La OPAQ, con sede en La
Haya (Holanda), es la organización encargada de aplicar la Convención contra
las Armas Químicas que entró en vigor en 1997 y sus principales tareas son la
eliminación de los arsenales, la supervisión de este trabajo y la asistencia y
el asesoramiento a los Estados miembros.
Bajo esa Convención, siete países declararon poseer
armas químicas -Albania, Estados Unidos, Rusia, India, Irak, Libia y un Estado
que la OPAQ no identifica- y se comprometieron a destruir 71.196 toneladas
métricas de agentes químicos considerados extremadamente tóxicos, desde
municiones a contenedores.
SU TRABAJO EN CIFRAS
Según las cifras de la organización, Albania, la
India y el Estado parte no identificado ya han destruido totalmente sus
arsenales declarados.
En total se ha verificado la destrucción de 58.172
toneladas de agentes químicos, el 81,71 % del arsenal declarado en el mundo.
La organización ha verificado la destrucción de
4,97 millones de municiones y contenedores químicos, el 57,32 % de los 8,67
millones declarados.
Desde 1997, la OPAQ ha realizado un total de 5.286
inspecciones en 86 países miembros y ha visitado en 2.731 ocasiones los 228
polígonos declarados, con lo que están inventariadas todas las armas que los
Estados miembros han dicho poseer.
Según la organización, todas las instalaciones
declaradas de producción de armas químicas han sido desactivadas.
En la sede de la OPAQ en La Haya trabajan cerca de
500 personas, 200 de las cuales son inspectores.
Desde 2010 está dirigida por el diplomático turco
Ahmet Üzümcü, quien esta misma semana reclamó un alto el fuego temporal en
Siria para facilitar el trabajo de sus inspectores en el país árabe.
El pasado domingo funcionarios sirios bajo supervisión
de los técnicos de la OPAQ y de la ONU comenzaron a destruir armas químicas de
categoría 3 y a inutilizar un abanico de piezas con el objetivo de desmantelar
todas las instalaciones de producción y equipos de mezcla y relleno hasta el 1
de noviembre.
Según los cálculos de Naciones Unidas, Siria tiene
alrededor de 1.000 toneladas de armas químicas (Fuente: EFE/AFP).
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