Por:
Regois
Tras mis ventanas se ocultaron bailes,
que eran rubíes de besos y acordeones,
luces bajas sobre escalerillas rojas,
y débiles estrellas de los zaguanes.
Sin razón en sus reflejos, no la quería,
pasaron presurosos unos ojos de jade,
hilos de ébano sobre sonrisas apagadas,
y la ternura de unos brazos que no estreché.
También tras ellas nacieron rutinas extrañas,
sábados pasados entre hogares dispersos,
con aromas de lavanda y cojines antiguos,
café, pan huido del horno y cigarrillos.
Fueron delgadas –y, a veces, vítreas–
pero, a la vez, espesas como la niebla,
dulces y agrias, solitarias y ruidosas,
esas ventanas que me revelaron todo
y no me dejarán ver
mi muerte.
(*) Poema del poemario inédito “El loco que soñaba” del abogado y poeta Sergio
Verástegui Valderrama.
Rincón literario de URPI
para los que inspiran sus acciones en la lectura.
Boletín virtual de los sábados.
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