La encarnizada lucha por cada centímetro de
tierra de Kobane, último y sangriento campo de batalla en el
enfrentamiento entre kurdos y el Estado Islámico en Siria, sigue su curso y producto de los combates
surgen los héroes, aquellos que en un bando
o en otro se hacen particularmente famosos por su valentía, entrega o
por el simple hecho de conseguir muchas víctimas enemigas.
El último de ellos es una combatiente kurda cuyo rostro ya es conocido
en todo el mundo. El mito que se ha construido en torno a ella es que es
una implacable asesina de islamistas,
sin embargo la realidad es que probablemente la muchacha ni se acerque a los
tan cacareados logros que se le presuponen.
Recibe
el nombre de Rehana, probablemente falso ya que no
es un nombre kurdo, y ya ha sido apodada como ‘el ángel de Kobane’. Es una
joven combatiente de la resistencia
contra el Estado Islámico que se unió a los voluntarios después de que
su padre fuese asesinado.
Precisamente ella, el paradigma contrario a lo que defiende el
Estado Islámico, en el que el papel de la mujer en la sociedad está
absolutamente supeditado a los deseos del hombre. La épica estaba servida: mujer heroína ajusticia a los terroristas que
quieren arrinconar a las mujeres.
Evidentemente esta historia se
convirtió en viral en las redes sociales; miles de personas compartieron en
Twitter y Facebook los logros y proezas de Rehana. No era para menos, poco importó que nadie pudiese corroborar tan
grandes hazañas.
De hecho el periodista sueco
Carl Drott, que fue el autor de la famosa foto el 22 de agosto de 2014 antes de
que empezara el asedio, tuvo la oportunidad de charlar con Rehana y esta le contó que su intención era luchar lejos del
frente, en labores de intendencia, ayudando en las guardias, por lo que
parece difícil que haya llegado
a matar a 100 islamistas.
Pero el supuesto bulo ya
estaba lanzado e iba creciendo muy velozmente. Casi al mismo tiempo que se
publicaban los logros de Rehana, se
empezó a hablar también de su supuesta muerte. Al parecer la joven había
caído en un combate contra el Estado Islámico y una foto horrible, en la que se
veía a una mujer decapitada con unos rasgos similares a los de la joven, era
una prueba casi irrefutable de la caída en desgracia de la nueva mártir kurda. Otras fuentes sin
embargo apuntan a que la muchacha pudo escapar y vive refugiada en el sur de
Turquía.
Frases contradictorias en una
historia que probablemente nunca lleguemos a conocer cómo es realmente.
Mientras tanto el mito de Rehana sigue creciendo entre una población que
necesita de estos impulsos de orgullo
para seguir plantando cara al feroz Estado Islámico, que continúa su
avance imparable e implacable por Siria (Fuente: BBC).
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