Por:
GIBRÁN JALIL GIBRÁN
Y él fue.
Mi esposa y mis hijos nos
recibieron desde el portal y él les sonrió, y se regocijaron con su llegada.
Entonces nos sentamos todos
juntos a la mesa y nos sentimos felices con aquel hombre, porque había silencio
y misterio en él.
Y, luego de comer nos
reunimos junto al hogar y le pregunté acerca de sus andanzas.
Nos relató muchos cuentos
aquella noche, y también al día siguiente, pero lo que yo recuerdo ahora es
aquello que nació de la amargura de sus días, a pesar de haber sido él gentil;
y estos cuentos hablan de polvo y de la paciencia de su ruta.
Y cuando nos dejó, luego de
tres días, no sentimos que un huésped había partido, sino que uno de nosotros
aún se hallaba en el jardín y faltaba que entrara todavía.
(*) Gibrán Jalil Gibrán, célebre poeta cristiano
libanés, famoso por su bello libro “El profeta”.
Foto:
D.R.
Rincón literario de URPI
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