En 1964 Frank Sinatra prometió no volver a España hasta que Franco
muriera.
Se cumplen 40 años desde que el 20 de noviembre
de 1975 falleciera Francisco Franco,
quien a lo largo de 36 años fue Jefe del Estado Español. Durante todo el tiempo
en el que el dictador estuvo al frente del país, innumerables fueron las
anécdotas e historias curiosas que directa o indirectamente tuvieron algo que
ver con él o su gobierno.
Coincidiendo con el
aniversario de su muerte quiero recuperar un curioso episodio que tuvo lugar en
septiembre de 1964 (el mismo año en el que se estaba conmemorando los ’25 años de paz’) y en el que las
autoridades de por entonces se vieron obligadas a echar del país al actor y
cantante Frank Sinatra, en aquel
momento una de las estrellas más importantes y famosas de Hollywood.
Desde hacía unos pocos años
España había abierto sus puertas de par en par para que las grandes productoras
cinematográficas eligieran nuestro país como plató para sus grandes superproducciones, dando todo
tipo de facilidades y aportando mano de obra muchísimo más barata de lo que les
costaría rodar en los propios Estados Unidos ,motivo por el que un buen número
de famosos films se rodaron por aquí: El Cid, Doctor Zhivago, Orgullo y pasión,
55 días en Pekín, Lawrence de Arabia o Pandora y el holandés errante, por citar
tan solo unas pocas y sin mencionar las más de 500 películas hispano-italianas
llamadas comúnmente “Spaghetti wéstern”.
En 1964 la productora 20th Century Fox eligió la provincia de Málaga para rodar una
buena parte de la película sobre la Segunda Guerra Mundial El coronel Von Ryan y cuyo
principal protagonista era el mencionado Frank Sinatra.
Era la quinta ocasión en la
que el cantante y actor visitaba España y, debido a su difícil
carácter, todas las veces anteriores había dejado un recuerdo semi amargo
por allá por donde había pasado. Esta vez no iba a ser menos, aunque sí la más
polémica y sonada de todas.
Sinatra, al igual que otros
miembros del equipo de rodaje, se encontraba alojado en el hotel Pez Espada de
la costera población de Torremolinos, había llegado el 16 de septiembre en su
avión privado hasta el aeropuerto de Málaga y tenía por delante dos días de
intenso rodaje.
La noche del 17 de septiembre
fue citado en el hotel por el periodista del diario ‘Pueblo’ Juan Francisco Avellaneda, quien
quería realizarle una entrevista. En un momento dado se acercó hasta Sinatra
una joven y desconocida actriz cubana llamada Ondina Canibano, quien insistió en hacerse una foto junto al actor
y éste declinó la propuesta. Al ver la persistencia con la que la muchacha y el
periodista una y otra vez insistían por tomar la instantánea no le quedó
la menor duda de que aquello iba a ser una encerrona, para después vender la
fotografía a la prensa amarilla que daría la noticia como si uno más de sus
escandalosos affaires amorosos se tratase.
Por aquel tiempo, Frank
Sinatra llevaba unos años separado de Ava Gardner y populares eran las fiestas
con sexo, drogas y alcohol que solía celebrar con su grupo de amigos (entre los
que se encontraban Dean Martin, Sammy
Davis Jr. y algunos destacados miembros de la mafia).
Fue tal la insistencia por
tomar la foto que Sinatra acabó perdiendo los nervios, agarrando violentamente
a Ondina y avisando a sus guardaespaldas para que se deshicieran del
periodista y el fotógrafo. La joven actriz para defenderse tiró la bebida que
llevaba en la mano en el rostro del actor (alguna fuente señala que le tiró
directamente el vaso).
Parece ser que la cosa se salió
de madre, siendo avisada la policía mientras Sinatra (aconsejado por su
representante) se refugió en su suite del hotel. Cuando allí se personaron
varios miembros de los cuerpos de seguridad el actor se negó a abandonar la
habitación y gracias a las gestiones que realizó el equipo de producción de la
película, se logró llegar a un acuerdo con el comisario de Málaga con el que se
comprometían que dos días después (cuando Sinatra hubiese rodado las escenas
que le faltaban) se presentaría en la comisaría para rendir cuentas por el
altercado.
Así fue como el 19 de septiembre, a las cuatro
de la tarde, el actor junto a su representante y abogado se personaba en la
comisaría donde se le impuso una multa de 25.000 pesetas (una gran cantidad
para aquella época) y se le pedía que abandonase el país de inmediato.
Mientras Frank Sinatra
se dirigía al aeropuerto prometió no regresar nunca más a este jodido país
porque odiaba a los sucios bastardos fascistas gobernados por el dictador
Franco.
Una vez de regreso en Nueva
York, todas las fuentes consultadas afirman y ninguna desmiente, que Sinatra
envió un telegrama dirigido al propio Franco al que con motivo de los ’25 años
de paz’ le decía:
'Felicidades en el veinticinco
aniversario de su benevolente régimen. Muérase'
Y cumplió su promesa, ya que
no volvió a pisar España hasta 22 años después cuando en 1986 regresó para
ofrecer un concierto en el Santiago Bernabéu. Pero todavía volvería una
vez más, esta vez a la Barcelona olímpica de 1992 (Fuente: Alfredo López, Cuadernos
de Historia, Yahoo! Noticias).
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