Susan, la viuda del actor
Robin Williams, fallecido el año pasado, habló por primera vez con los medios
estadounidenses desde la muerte de su marido, a los que aseguró que no fue la
depresión, sino la demencia lo que mató a su esposo.
En dos entrevistas a la
revista "People" y al magazine matinal de la cadena ABC, Susan
aseguró que no "culpa" a su marido por suicidarse, ya que "sólo
le quedaban tres años de vida, y había estado paranoico y ansioso" y, "probablemente",
de haber seguido viviendo, hubiese pasado ese tiempo encerrado en un centro
psiquiátrico.
"No fue la depresión lo
que mató a Robin. La depresión fue uno de la cincuentena de síntomas, y uno de
los pequeños". La mujer de Williams explicó que este sufría demencia de
cuerpos de Lewy, una enfermedad neurodegenerativa que constituye la tercera
causa de demencia detrás del Alzheimer y la demencia vascular.
"Rezo a Dios para que su
caso arroje algo de luz sobre los cuerpos de Lewy para los millones de personas
que la sufren y sus seres queridos", indicó Williams.
La demencia de cuerpos de Lewy
es a menudo confundida en su diagnóstico con el alzheimer o el parkinson porque
los síntomas son parecidos, y en el caso de Williams los médicos creían que se
trataba de esta segunda enfermedad, por lo que no se determinó la dolencia real
hasta la autopsia.
En los últimos meses la
condición de Williams empeoró notablemente y el actor empezó a experimentar
ataques de ansiedad, e incluso sufrió un accidente doméstico con una puerta que
le causó una fuerte hemorragia en la cabeza.
"Sé que los doctores y
todo el equipo estaban haciendo exactamente lo que tenían que hacer. Pero la
enfermedad era más rápida y mayor que nosotros", lamentó la viuda del
protagonista de "Good Morning, Vietnam" "Good Will Hunting"
y "Dead Poets Society".
Williams, de 63 años, se
ahorcó con un cinturón en su casa de Tiburón, en el área de la Bahía de San
Francisco, California, el 11 de agosto de 2014 (Fuente: EFE).
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