Los precios del petróleo cayeron a alrededor
de US$ 65 el barril, el nivel más bajo en años, y podría caer más incluso el
año que viene. Esta situación comienza a preocupar a muchos países
latinoamericanos, aunque para otros representa un alivio significativo.
El petróleo juega un
papel muy importante en las economías de la región, que tiene la segunda
reserva petrolera más importante del mundo después del Medio Oriente.
Y el impacto de la
baja en los precios ya se está sintiendo, ya sea en el caso de los grandes
productores como Venezuela, México y Brasil como en países importadores de
crudo como Chile.
¿Pero cuáles son los
países más golpeados por esta situación y cuáles los que más se benefician?
Entre los perdedores
están principalmente Venezuela , México , Brasil , Colombia , Argentina y
Ecuador , pero el impacto en sus economías varía dependiendo de su manejo
macroeconómico y de cuán importante es el petróleo en su producción general.
Venezuela es de lejos el mayor perdedor, particularmente si la tendencia
a la baja persiste.
El país sudamericano
tiene las mayores reservas probadas del mundo y, según cifras del gobierno
estadounidense, produce unos 2,4 millones de barriles por día.
Pero prácticamente no
exporta ninguna otra cosa que no sea petróleo.
Las cifras hablan por
sí solas: el petróleo constituye más de un 90% de sus exportaciones y cerca de
un 50 por ciento de los ingresos fiscales.
Mal manejo económico
Según dijo a BBC
Mundo el analista James McKeigue, director de la publicación británica LatAm
Investor, "las razones por las que Venezuela es el más afectado, no es
sólo por el peso del petróleo en su economía en general, sino por el mal manejo
económico".
"Hay otros
países como Noruega que también dependen en buena medida del petróleo pero
ponen dinero en reserva en un fondo soberano cuando los precios están en alza,
para contrarrestar el impacto cuando los precios bajan. Ese no es el caso de
Venezuela", señaló.
Asdrúbal Oliveros,
director de la firma venezolana Ecoanalítica, resalta que, si esa tendencia a
la baja persiste, Venezuela va a tener serios problemas para cumplir con sus
compromisos como el pago de bonos a los acreedores internacionales y la deuda
de la estatal PDVSA.
El impacto sobre Ecuador será también significativo, ya que el 60 por
ciento de sus exportaciones provienen del petróleo.
La situación de
México, el segundo productor de la región, es diferente ya que además de ser un
gran productor también tiene un sector manufacturero importante que se
beneficia de una baja en el costo de la energía.
Según el analista
James McKeigue, el principal problema de México es que una baja persistente en
los precios podría poner en riesgo los prometidos beneficios de la reforma
energética que busca abrir la industria petrolera a la inversión extranjera.
"El problema
para México es que si los precios se mantienen bajos a largo plazo, menos
inversionistas van a estar interesados en destinar cientos de millones de
dólares a nuevos proyectos".
Plan brasileño en riesgo
Brasil, el tercer
productor de la región, está en una posición similar. La mayor parte de su
producción es para consumo interno, de manera que su dependencia de los
ingresos petroleros es mucho menor.
No obstante, una
caída persistente en los precios pondría en riesgo sus planes para explotar su
reserva petrolera del "pre sal", como se denomina a los yacimientos
descubiertos desde 2007 en aguas profundas, bajo una gruesa capa de sal en el
Atlántico.
Una baja sostenida de
los precios puede significar que ese petróleo permanezca donde está por mucho
tiempo
La explotación de ese
petróleo es bastante costosa y según James McKeigue "una baja sostenida de
los precios puede significar que ese petróleo permanezca donde está por mucho
tiempo".
Lo mismo se aplica
según James McKeigue en el caso de Argentina, que tiene amplias reservas
petroleras y de gas.
"El plan de
largo plazo de Argentina ha sido expandir su producción, pero esto sería menos
viable con un petróleo de US$60 el barril".
Colombia, mientras
tanto, produce un millón de barriles diarios, pero el petróleo representa un 55
por ciento de las exportaciones del país
y un 22 por ciento de sus ingresos fiscales.
Un estudio del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia, citado por el
medio colombiano vanguardia.com, señala que un precio de US$60 el barril provocaría
una recesión en Colombia similar a la que vivió el país en los años 90s.
Los beneficiarios
Para países que
importan petróleo, como los países centroamericanos o Chile, la caída de los
precios es una gran noticia.
Chile es quizás uno
de los mayores beneficiarios, ya que depende en buena medida de la producción
de cobre, que requiere un alto consumo de energía. "El impacto para un
gran importador de petróleo como Chile es muy muy significativo", según
James McKeigue.
Bolivia, que mantiene
un programa de subsidios al consumo energético, podrá al menos reducir sus
gastos por este concepto.
Y por supuesto están
los países de Centroamérica y del Caribe, que son en su mayoría pequeñas
economías importadoras de petróleo, y que por lo tanto también se beneficiarán.
De manera que la
caída de los precios es una bendición para unos, pero un verdadero dolor de
cabeza para algunas de las economías más importantes de la región (Fuente:
Diario La Nación de Argentina).
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