sábado, 4 de agosto de 2012

PÁGINAS MEMORABLES


LA DIVINA COMEDIA
Dante Alighieri
EL INFIERNO
Tercer círculo
(Fragmento)


Dante guiado por Virgilio se encuentra en el tercer círculo donde se castiga a los glotones, cuya pena consiste en estar metidos en el fango, atormentados al mismo tiempo por una fortísima lluvia mezclada de granizo y guardados por el Cancerbero que ladrando con sus tres fauces los irrita y aflige continuamente.


Al recobrar los sentidos que perdí por la tristeza y la compasión que me causó la suerte de los dos cuñados, nuevos sufrimientos y nuevas almas atormentadas veo a mi alrededor, adondequiera que vaya, adondequiera que vuelva o fije mi mirada. Me encuentro en el tercer círculo; en el que la lluvia eterna, maldita, fría y densa, que cae siempre igualmente copiosa y con la misma fuerza. Espesos granizos, agua negruzca y nieve descienden en turbión a través de las tinieblas; la tierra, al recibirlos, exhala un olor pestífero. Cerbero, fiera cruel y monstruosa, ladra con sus tres fauces de perro contra los seres que están allí sumergidos. Tiene los ojos rojos, los pelos negros y cerdosos, el vientre ancho y las patas provistas de uñas, que clava en los espíritus y los desgarra y despedaza. La lluvia los hace aullar como perros;los miserables condenados se revuelven sin cesar, y forman un muro que se extiende de un extremo a otro.

Cuando nos descubrió Cerbero, el gran gusano abrió sus bocas, mostrándonos los dientes; y agitábase en todos sus miembros. Entonces mi Guía extendió las manos cogió la tierra y la arrojó a puñados en las fauces ávidas de la fiera. Y del mismo modo que un perro se deshace ladrando y se apacigua cuando muerde su presa, ocupado tan sólo en devorarla, así también el demonio Cerbero cerró sus impuras bocas, cuyos ladridos aturdían de tal modo a las almas, que quisieran ser sordas.

Pasamos por encima de las sombras derribadas por la incesante lluvia, poniendo nuestros pies sobre su nada en apariencia de hombres. Todas yacían por el suelo, excepto una que viéndonos pasar, se levantó prestamente para sentarse.

-       ¡Oh!, tú, que has venido a este infierno, me dijo, reconóceme si puedes. Tú fuiste hecho, antes que yo deshecho-. Y yo le contesté: -El estado en que te veo es quizá causa de que no me acuerde de ti; me parece que no te he visto nunca. Pero dime, ¿quién eres tú, que a  tan triste lugar has sido conducido, y condenado a un suplicio que, si hay otro mayor, no será por cierto tan desagradable?- Tu ciudad, me respondió él, en la que la envidia colma ya la medida, me vio en su seno en vida más serena. Vosotros los habitantes de ella, me llamasteis Ciacco (puerco). Por el reprensible pecado de la gula, me veo, como ves, sufriendo esta lluvia. Yo nosoy aquí la única alma triste; todas las demás están condenadas a igual pena por la misma causa- Y no pronunció una palabra más.




Dante Alighieri (Florencia, 29 de mayo de 1265-Rávena, 14 de setiembre de 1321). La Divina Comedia, obra que representa la transición del pensamiento medieval al renacentista, es considerada una obra maestra de la literatura italiana y universal.







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