El presidente regional de Áncash, César Álvarez,
pidió ayer a la empresa Antamina implementar un monitoreo computarizado y
permanente de su ducto para evitar futuros derrames como el
ocurrido el 25 de julio último, cuando el minero ducto de la mencionada
compañía se rompió a la altura del kilómetro 110 de la ruta Pativilca-Conocoha,
derramando 45 toneladas de concentrado de cobre que afectaron a los pobladores del caserío de Santa Rosa,
ubicado en el distrito de Cajacay.
Como se sabe la
empresa Antamina no bien supo de lo acontecido organizó la atención de los
afectados, así como que, más de una semana después del hecho, la Dirección
General de Salud Ambiental (DIGESA), con la colaboración del Organismo de
Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), emitió un informe preliminar dando
cuenta que las aguas del río Fortaleza que transcurren por la zona no exceden
lo niveles máximos establecidos para la
calidad ambiental.
Tras afirmar que 158
personas de la comundad campesinas de Santa Rosa han sido atendidas por
presentar síntomas de contaminación, el presidente regional de Áncash, César
Álvarez, invocó a Antamina a indemminizar
a los afectados por el derrame.
Por su parte, el
ministro de Energía y Minas, Jorge Merino Tafur, manifestó que “el Estado, si
bien da la bienvenida a la inversión, tiene también que fiscalizar a las
empresas para que cumplan estrictamente el respeto al medio ambiente y, sobre
todo a la salud de la población”.
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