jueves, 30 de agosto de 2012

PÁGINAS MEMORABLES


DISCURSOS SOBRE TITO LIVIO

CAPÍTULO   XI

DE LA RELIGIÓN DE LOS ROMANOS

 

                                                                                  Nicolás  Maquiavelo                                                                                                                                                  

 

Aunque Roma tuvo por primer fundador a Rómulo, de quien como hija, tiene que reconocer el nacimiento de la educación, juzgando los dioses que las leyes de Rómulo no bastaban para el imperio que había de tener la ciudad, inspiraron al Senado romano elegir a Numa Pompilio por sucesor de aquel. 

 

Encontróse Numa con un pueblo de rudísimas costumbres, y a fin de habituarle a la obediencia por medio de las artes de la paz, acudió a la religión como cosa indispensable para mantener el orden social. La estableció sobre tales fundamentos que durante muchos siglos en ninguna parte, como en aquella república, hubo tanto temor a los dioses: temor que facilitó la ejecución de muchas empresas proyectadas por el Senado o por aquellos grandes hombres,

 

Quien examine los hechos del pueblo romano en general, y de muchos romanos en particular, observará que aquellos ciudadanos temían más faltar a su juramento que a las leyes, como todos los que tienen más el poder de Dios que el de los hombres, según ponen de manifiesto los ejemplos de Escipión y Manlio Torcuato. Derrotados por Aníbal en Canas, muchos ciudadanos se reunieron llenos de turbación y miedo acordando abandonar Italia y refugiarse en Sicilia; pero lo supo  Escipión, fue en su busca con la espada en la mano, les obligó a jurar que no abandonarían la patria, y así lo hicieron.

 

Lucio Manlio, padre de Tito Manlio, llamado después Manlio Torcuato, fue acusado por Marco Pomponio, tribuno de la plebe; y antes de proceder al juicio, buscó Tiro a Marco; con amenazas de muerte le obligó a jurar que retiraría la acusación contra su padre, y aunque juró por miedo, cumplió el juramento.

 

Así, pues, aquellos ciudadanos a quienes ni el amor a la patria ni las leyes retenían en Italia, los retuvo un juramento que les obligaron a prestar; y aquel tribuno prescindió del odio que profesaba al padre, de la ofensa que le hacía el hijo y de su propio honor, para obedecer al juramento prestado. Tal respeto a lo jurado es consecuencia de los principios religiosos que Numa estableció en Roma.

 

Quienes estudian bien la historia romana observan cuán útil era la religión para mandar a los ejércitos, para reunir al pueblo, para mantener  y alentar a los buenos y avergonzar a los malos, a tal punto, que si fuera preciso decidir a cuál rey debió más Roma, a Rómulo o a Numa, creo que sería éste el elegido, porque donde hay religión fácilmente se establecen la disciplina militar y los ejércitos, y dónde sólo hay ejércitos y no religión, es muy difícil fundar ésta.

 

Si Rómulo no necesitó de la autoridad de Dios para crear el Senado y otras instituciones civiles y militares, necesitóla Numa, quien simuló estar inspirado por una ninfa que le aconsejaba lo que debía él aconsejar al pueblo; acudiendo a este recurso por la precisión de establecer nuevas y desconocidas reglas de conducta y por la duda de que bastase su autoridad para conseguirlo.

 

Y en verdad han tenido que recurrir a un dios cuantos dieron leyes extraordinarias a un pueblo, porque de otra suerte no habrían sido aceptadas, a causa de que la bondad de muchos principios la conocen los sabios legisladores, pero no tienen pruebas evidentes para convencer al vulgo, y los que quieren evitarse esta dificultad acuden a los dioses. Así lo hizo Licurgo, así Solón y otros muchos que se proponían el mismo objeto.

 

 

 

 

 

 

Nicolás Maquiavelo (Florencia 1469-1527), célebre escritor y estadista florentino. Entre sus obras más conocidas se encuentran Discursos sobre Tito Livio, el Príncipe y el Arte de la Guerra.

 

 

 

 

1469.
Lugar de Nacimiento: Florencia, Italia.
Falle

Rincón literario de URPI para los que inspiran sus acciones en la lectura.

         Boletín virtual de los sábados.      

No hay comentarios:

Publicar un comentario