sábado, 4 de mayo de 2013

PÁGINAS MEMORABLES: GRANDEZA DEL HOMBRE


Por: Blas Pascal

 

Censuro igualmente a los que forman el partido de elogiar al hombre que a los que toman el partido de censurarle, que a los que toman el de divertirle; y no puedo aprobar sino aquellos que buscan entre gemidos. Los estoicos dicen: entrad en vosotros mismos; en ello encontraréis el reposo; pero esto es verdad. Otros dicen: echaos fuera y buscad la felicidad divirtiéndoos; y esto no es verdad. Las enfermedades sobrevienen; la felicidad no está ni en nosotros ni fuera de nosotros; está en Dios y fuera y dentro de nosotros.

La naturaleza del hombre se considera de dos maneras: Una, según su fin, y entonces es grande e incomprensible; otra, según la multiplicidad, como se juzgue la naturaleza del caballo y es un objetivo abyecto y vil. He aquí las dos vías que hacen juzgar diversamente, y que tanto mueven a los filósofos a disputa; porque niegue el uno lo que supone el otro. El uno dice: no es cierto que haya nacido para aquel fin; porque todas sus acciones repugnan a él. El otro dice: el hombre se aleja de su fin cuando comete tales acciones bajas.

Tan alta idea tenemos del alma del hombre que no podemos sufrir un menosprecio de ella, y el que nos falte la estima de un alma. Toda la felicidad de los hombres consiste en esta estima.

La mayor bajeza del hombre es la rebusca de la gloria, pero esto mismo es el mayor signo de su excelencia; porque, sea cualquiera la riqueza que posea el hombre en la tierra, sea cual fuere la salud y comodidad esencial que haya, no está satisfecho si no se encuentra en la estima de los hombres.

 

 

 

(*) Blas Pascal, nacido en Clermont Ferrand el 19 de junio de 1623, era hijo de un funcionario judicial Esteban Pascal, que fue más tarde intendente general de Ruen.

 

Rincón literario de URPI para los que inspiran sus acciones en la lectura.

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