El
papa Francisco resaltó este miércoles el valor de la castidad en las
religiosas, pero dijo que esa castidad
debe ser "fecunda, una castidad que genere hijos espirituales para la
Iglesia", y que las monjas deben ser "madres y no
solteronas".
El pontífice hizo estas manifestaciones ante 800 religiosas, pertenecientes a
1,900 órdenes, que han asistido a la asamblea plenaria de la Unión
Internacional de Superioras Generales (UISG), a las que recibió en el Vaticano y ante las que dijo que la pobreza
"teórica" no sirve a la Iglesia, y denunció el afán de éxito de
algunos hombres y mujeres de la Iglesia.
Francisco se refirió a la obediencia, la pobreza y la castidad, los tres votos
de las religiosas, y afirmó que la obediencia es escuchar la voluntad de Dios.
"La pobreza se aprende con los
humildes, con los pobres, los enfermos y todos aquellos que están en las
periferias existenciales de la vida. La pobreza teórica no nos sirve. La
pobreza se aprende tocando la carne de Cristo pobre en los humildes, los
pobres, los enfermos y los niños", afirmó.
Sobre la castidad dijo que es un carisma, "que amplía la libertad de la
entrega a Dios y a los demás con la ternura, la misericordia y la cercanía a
Cristo" y muestra como el afecto "tiene su lugar en la libertad
madura".
"Pero por favor, una castidad fecunda, una castidad que genera hijos
espirituales en la Iglesia. La consagrada es madre, tiene que ser madre y no
solterona. Perdonadme si habló así, pero es importante esta maternidad de la
vida consagrada, esta fecundidad", subrayó.
El Papa les puso como modelo a la Virgen María y dijo que no se puede entender
a María sin la maternidad "y vosotras -añadió- sois iconos de María y de
la Iglesia" (Fuente: EFE-AFP).
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