La auxiliar de enfermería
Teresa Romero, que ya está curada del ébola, ha pedido hoy justicia por todo lo
ocurrido a raíz de su contagio, incluido el sacrificio de su perro Excálibur, y
ha afirmado: "Me siento atropellada".
Romero
ha transmitido estas palabras por teléfono a la portavoz de la familia, Teresa
Mesa, quien ha acudido hoy al Hospital Carlos III para interesarse por la
evolución de la auxiliar y su marido, Javier Limón.
Mesa ha relatado que Romero
sigue afectada por el sacrificio de su perro Excálibur y pide que "quien
haya hecho eso, que lo pague". "Estoy todo el día llorando pensando
en él", le ha dicho la auxiliar en referencia a su mascota.
La
portavoz de la familia ha explicado que, al comienzo de la conversación, ha
notado a la paciente con el ánimo "muy bajo", pero a
medida que hablaban y le gastaba bromas se han reído y le ha parecido que le
subía el ánimo.
Romero tiene dolores en todas
las articulaciones, según Mesa, quien ha detallado que desconoce exactamente
cuánto tiempo permanecerá la auxiliar en aislamiento.
Mesa ha precisado que la
paciente se está recuperando "muy bien", su voz gana fuerza y tiene
hambre.
Ha destacado que Romero le ha
trasladado que, cuando salga del hospital, le quiere dar un abrazo "muy
fuerte" a la hermana Paciencia porque "la admira y le está muy
agradecida".
Asimismo, ha recalcado que la
auxiliar se ha puesto a llorar al referirse a sus compañeros, que le ha dicho
que son "lo mejor que le ha pasado en su vida, que el trato ha sido
maravilloso, que la han animado, la han querido, la han abrazado, la han
apoyado y que gracias a ellos y a los médicos está viva".
Ha confirmado que Javier Limón
se ha puesto en contacto con un despacho de abogados para emprender acciones
legales y ha agregado que en los próximos días se conocerá el nombre del
letrado.
La portavoz de la familia ha
indicado que Teresa Romero no quiere hablar con la prensa, pero ella la ha
tranquilizado y ha logrado que se riera diciéndole: "No te preocupes. Vas
a salir conmigo. Yo hago de ventrílocuo. Te muevo el brazo y yo hablo por
ti".
Ha contado que le ha dicho a
Romero: "Sé que te asusta mucho todo esto, pero luego te acostumbras y
aprendes. Yo tengo una jauría de chicos esperándome todas las mañanas y se me
da de maravilla. He aprendido muy rápido" (Fuente: EFE).
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