Sesenta personas están
participando en un ensayo clínico de la vacuna contra el virus del ébola, un
estudio que se está desarrollando en el Instituto Jenner de Oxford ( Reino
Unido), donde estos voluntarios se han inyectado parte del virus para buscar
una solución que pueda evitar futuros brotes de la enfermedad.
Uno de esos voluntarios es
Nick Owen, quien, según cuenta en el periódico La Razón, trabaja en Médicos sin
Fronteras y ha perdido a diez de sus compañeros en África desde que se inició
el brote.
Owen, según el diario, es el
paciente EBL-001016 y una de las primeras "cobayas" humanas a las que
se ha suministrado la vacuna ChAd3, que incorpora una única proteína benigna
del virus del ébola para que su cuerpo sea capaz de crear inmunidad.
Y su cuerpo ahora está creando
las defensas necesarias para que, si en un futuro estuviera en contacto con el
virus, éste no tuviera opción de atacar a sus órganos, como sí lo está haciendo
con la auxiliar de enfermería Teresa Romero.
El voluntario está informado
sobre lo que está ocurriendo en España y asegura que su corazón está con la
auxiliar de enfermaría Teresa Romero, primera paciente de la enfermedad
contagiada en Europa, y añade que "lo que ha ocurrido demuestra que aunque
existan procedimientos seguros para tratar el ébola, los profesionales de la
salud están en mucho riesgo" (Fuente: EFE).
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