Los emigrantes que residen en
Europa transfirieron a sus países de origen en 2014 unos 109 mil 400 millones
de dólares, una fuente de ingresos notable para millones de personas que podría
ser mejor aprovechada para el desarrollo, según un informe del FIDA.
El estudio del Fondo
Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), mejor conocido como el banco
de los pobres, cuya sede central se encuentra en Roma, establece que las
remesas desde el viejo continente ayudan al sustentamiento de más de 150
millones de personas.
Sin embargo, esa ayuda, que
para algunos países figura entre los mayores ingresos, es desaprovechada.
"Las familias podrían
sacar mucho más provecho de ellas si tuvieran acceso a mercados de
transferencia de dinero más competitivos y a servicios financieros específicos
que las ayuden a ahorrar o a invertir esos fondos", explicó la agencia de
Naciones Unidas.
"Debemos procurar que ese
dinero ganado con esfuerzo pueda transferirse al menor precio, pero, sobre
todo, que permita que las familias se construyan un futuro mejor", declaró
Kanayo Nwanze, presidente del FIDA
Casi un tercio de las remesas
(36 mil 500 millones de dólares) fueron enviadas a 19 países de los Balcanes,
el Báltico y Europa Oriental, incluidos 10 estados miembros de la Unión
Europea.
Los dos tercios restantes (72
mil 900 millones de dólares) se enviaron a más de 50 países en desarrollo
situados fuera de Europa en 2014, sostiene el informe.
Los seis primeros puestos de
donde partieron esos fondos fueron: Rusia (20 mil 600 millones de dólares),
Reino Unido (17 mil 100 millones de dólares), Alemania (14 mil 000 millones),
Francia (10 mil 500 millones), Italia (10 mil 400 millones) y España (9 mil 600
millones).
Fuera de Europa, el norte de
África y Asia Central son las regiones que más dependen del envío de fondos
procedentes del continente europeo.
La mayoría de los fondos
enviados se utilizan en gastos básicos: alimentos, ropa, vivienda, salud y
educación.
Varios estudios señalan, sin
embargo, que se podría dedicar hasta el 20 por ciento de ese dinero al ahorro,
las inversiones o la devolución de préstamos concedidos para crear pequeñas
empresas, señala el FIDA.
"Las remesas ofrecen una
oportunidad única para incorporar a millones de personas al sector financiero
formal", aseguró Pedro De Vasconcelos, coautor del informe y coordinador
del Fondo de financiación para remesas del FIDA.
De Europa a
América Latina
Según el informe, la mayoría
de las remesas hacia América Latina y el Caribe proviene de Estados Unidos. Sólo
Suriname depende de Europa, en particular de Holanda.
Un tercio de los envíos desde
España (9 mil 600 millones) van a países andinos: Ecuador, Colombia, Perú y
Bolivia.
Los tres países que reciben
más remesas desde Europa son Ecuador (1 mil 200 millones de dólares), Colombia
(900 millones de dólares) y Brasil (800 millones de dólares), indica el
estudio.
Otros países que reciben
aportes de sus emigrantes en el viejo continente son Jamaica (2 por ciento),
Haití (1.5 por ciento), Ecuador (1.3 por ciento) y República Dominicana
(1.2 por ciento).
Los expertos del fondo, han
observado que buena parte de ese dinero llega a zonas pobres y rurales, por lo
que insta a la comunidad internacional a favorecer el flujo de ese dinero para
programas de desarrollo y la microempresa.
"Es una inmensa fuente de
ayuda para el desarrollo que está casi sin utilizar", advierte la entidad
que convocó un foro mundial sobre el tema para el 16 al 19 de junio en Milán
(norte de Italia), durante el cual se celebrará por primera vez la Jornada
Mundial de las Remesas (Fuente: AFP).
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