El gobierno de Atenas
preparaba este jueves un programa detallado de reformas presupuestarias en un
último esfuerzo para convencer a sus acreedores de que le concedan un nuevo
rescate y evitar su salida de la zona euro.
El "programa
completo" de reformas que el primer ministro griego, Alexis Tsipras,
prometió el miércoles ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo tiene que
llegar antes de medianoche (22h00 GMT) a los acreedores del país, esto es, la
Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE (Toronto: BCE-PATO- noticias)
y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Estamos trabajando en
ello", dijo a AFP una fuente gubernamental griega. Tsipras regresó el
miércoles por la noche a Atenas y se reunió con el presidente del país,
Prokopis Pavlopoulos, para informarle de las negociaciones en curso.
Si los dirigentes europeos
aceptan la propuesta griega, podrían aprobar un nuevo rescate el domingo,
durante una cumbre extraordinaria de los 28 países de la Unión Europea. En caso
contrario, la reunión del domingo podría convertirse en una cumbre de crisis
para empezar el proceso de la salida de Grecia de la moneda única, una
hipótesis que los europeos quieren evitar.
Desde la victoria del 'no' en
el referéndum del pasado domingo sobre las últimas propuestas de Bruselas,
Tsipras, impulsor de la consulta y de la que salió reforzado, intenta construir
un frente común con todos los partidos del país.
Según el periódico económico
Naftemboriki, el programa de reformas supondrá una reducción del presupuesto de
entre 10.00 y 12.000 millones de euros, más que las propuestas anteriores del
gobierno griego. Grecia pidió formalmente el miércoles a la zona euro un nuevo
rescate de tres años, una decisión considerada "positiva" por Francia
y España, dos países favorables a un acuerdo con Grecia pero alejados de la
línea más dura de Alemania. Este jueves Tspiras se entrevistó por teléfono con
su homólogo francés, François Hollande.
La canciller alemana, Angela
Merkel, se negó a comentar las propuestas griegas. "Ahora mismo no estoy
en posición [de comentarlas] y sólo lo podré hacer cuando las tres
instituciones hayan hecho una valoración", dijo Merkel.
Tsipras, que llegó al poder
con su partido Syriza con la promesa de no imponer nuevas medidas de
austeridad, dijo sin embargo el miércoles que se reserva el "derecho a
decidir" la manera "socialmente justa" de enmendar las finanzas
del país.
Deuda
"sostenible"
Tsipras también pidió a sus
socios que reduzcan la enorme deuda del país, que ya representa unos 320 mil millones
de euros, es decir el 180 por ciento del
PIB. A esta llamada respondió este jueves el presidente del Consejo Europeo,
Donald Tusk, al pedir que los acreedores hagan propuestas "realistas"
sobre la cuestión de la deuda. "Una propuesta realista de Grecia tiene que
estar compensada por una propuesta igual de realista sobre la sostenibilidad de
la deuda por parte de los acreedores, sólo así tendremos una situación donde
todo el mundo gane", dijo Tusk en una rueda de prensa.
Este jueves los mercados
parecían optimistas sobre un acuerdo y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
afirmó que "la situación en Grecia no ha resultado hasta ahora en un
contagio", aunque reconoció que existen todavía "riesgos" de
tensiones financieras en algunas economías europeas.
El miércoles, Grecia recibió
de nuevo el apoyo indirecto del FMI en la cuestión de la deuda, cuando su
directora gerente, Christine Lagarde, consideró "necesaria" una
reestructuración de la deuda, algo que no gusta oír a los europeos.
Merkel reiteró este jueves su
oposición a una quita de la deuda griega. "Ya he dicho que no me planteo
una quita tradicional y esto no ha cambiado entre antes de ayer y hoy"
jueves, dijo Merkel a la prensa durante una visita a Sarajevo. Por su parte el
ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo desde Berlín que una
quita "infringiría el sistema de la Unión Europea y al fin y al cabo la
Unión Europea es un sistema de leyes común".
En otra muestra del desacuerdo
entre los acreedores, el alemán Jens Weidmann, miembro del consejo de
gobernadores del Banco Central Europeo (BCE), pidió este jueves que la
institución deje de proporcionar ayuda urgente a Grecia y que sean los
Gobiernos quienes asuman esta tarea. Con sus ayudas, el BCE está manteniendo en
vida al sistema bancario griego, pero puede cortar la ayuda si no prosperan las
reformas.
El FMI no
reprograma
Por su parte, el economista
jefe del FMI, Olivier Blanchard, señaló que el organismo no puede reprogramar
los pagos que debe Grecia. "Cuando un país está con pagos atrasados no
podemos otorgarle préstamos de ninguna forma, tipo o medio y reprogramar (los
pagos) es una forma de prestar", declaró Blanchard en conferencia de
prensa. "El FMI tiene reglas y es absolutamente esencial respetar nuestras
reglas", añadió. "La mayoría de los 188 estados miembro (del FMI,
ndlr) son más pobres que Grecia y ninguno ha tenido el tipo de aplazamiento que
algunos quieren que le demos a Grecia", destacó Blanchard.
El Fondo ha dicho además que
una postergación de los pagos, que ha sido otorgada solo en dos oportunidades
en la historia de la institución, "no ayuda" a los países que
necesitan financiamiento inmediato como Grecia.
Los bancos griegos están
cerrados desde el 28 de junio y seguirán cerrados hasta el lunes. Las retiradas
en efectivo siguen estando limitadas a 60 euros al día para evitar una crisis
de liquidez.
La presidenta de la Unión de
Bancos Griegos, Louka Katseli, que también preside el Banco Nacional de Grecia,
dijo este jueves que la liquidez es suficiente hasta el lunes pero no aclaró si
habrá que recurrir a los depósitos de los clientes (Fuente: AFP).
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