El costo de la inacción es
alto cuando se trata del cambio climático y, por ahora, el compromiso de los
países para reducir la emisión de gases de efecto invernadero no es suficiente,
manifestó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM),
Michel Jarraud,
En entrevista exclusiva con
IPS durante la conferencia “Nuestro futuro común con el cambio climático”, que
se realiza en esta capital francesa entre el martes 7 y el viernes 10, en la
sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (Unesco).
“Necesitamos compromisos más
ambiciosos antes de la cumbre de París”, remarcó, en referencia a la 21
Conferencia de las Partes (COP 21) de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático, donde debe aprobarse un nuevo tratado
universal y vinculante para afrontar el fenómeno.
"No puede
haber un desarrollo sostenible si no se tiene en cuenta al cambio
climático": Michel Jarraud.
“El cambio climático es mucho
más que la temperatura”, añadió, al remarcar que este fenómeno debe estar
presente en los futuros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
IPS: ¿La conferencia
científica ayudará a construir el camino para lograr una exitosa COP 21?
MICHEL JARRAUD: Cada seis
años, la comunidad científica revisa el estado del conocimiento en materia
climática y eso es lo que llamamos informe de evaluación del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.
El último se terminó hace un
año; para prepararnos para la próxima COP en París era importante actualizarlo
para que las autoridades y negociadores dispusieran de la última información.
Uno de los objetivos de esta conferencia es reunir a los científicos, además de
lograr una mayor interacción entre ellos y las autoridades.
IPS: ¿Cree que un acuerdo en
París será posible como forma de frenar el recalentamiento global?
MJ: Tenemos que verlo como un
proceso. Mucha gente recuerda (la COP 15 en) Copenhague y dice que fue un
fracaso, pero fue donde se fijó el objetivo de los dos grados centígrados. Cada
COP da un paso más hacia la definición de los objetivos, pero también hacia la
búsqueda de soluciones.
Lo que se decida en París, con
suerte será un plan ambicioso para reducir de forma significativa las emisiones
contaminantes, que se disminuirán en los próximos 20, 30 y 40 años.
Se pidió a los países que se
comprometieran con lo que están dispuestos a hacer y en qué plazo. Hasta ahora,
las promesas no alcanzan para que el aumento de temperatura sea menor a dos
grados, pero esperamos que se acelere. Vemos países que se suman con
compromisos significativos. Esperamos que en París estemos lo más cerca posible
de ese objetivo. Confío en que haya avances.
IPS: El secretario general de
la ONU, Ban Ki-moon, dijo que las contribuciones previstas y determinadas a
nivel nacional (INDC) no alcanzan para cumplir con el objetivo mundial.
MJ: En esta etapa, las INDC
todavía no son suficientes. Él planteó a los estados miembro que necesitamos
compromisos más ambiciosos antes de París. Todavía tenemos tiempo. Necesitamos
acelerar para avanzar más. China anunció hace poco su compromiso. Si no
logramos lo suficiente en París para mantenernos en dos grados, tendremos que reducir
emisiones luego y más rápido.
IPS: Usted dijo que hay una
“brecha de adaptación”, ¿de qué manera?
MJ: Hay dos facetas en las
negociaciones climáticas y una es lo que llamamos mitigación. Es importante
reducir las emisiones de gases invernadero lo más posible y lo más rápido
posible para minimizar la amplitud del cambio climático.
Como hay algunos gases
invernaderos que ya estuvieron mucho tiempo en la atmósfera, quiere decir que
ya comprometimos cierto grado de recalentamiento global. Por lo tanto, tenemos
que adaptarnos a las consecuencias, como el aumento del nivel del mar, el
impacto en los cultivos, la salud y los eventos climáticos extremos.
Los países en desarrollo y más
industrializados no tienen las mismas capacidades financieras, humanas y técnicas
para adaptarse. ¿Cómo podemos achicar esa brecha asegurándonos de que haya una
adecuada transferencia de tecnología y de mecanismos financieros? Esa es una de
las partes difíciles de las negociaciones. Debemos atender ese asunto en forma
prioritaria.
IPS: ¿El Fondo Verde para el
Clima será suficiente para llenar ese vacío económico?
MJ: El fondo consiguió un
compromiso de unos 10.000 millones de dólares. El objetivo para 2020 es llegar
a un flujo de unos 100.000 millones de dólares al año. Estamos en las etapas
iniciales de eso y esperamos que en París haya una aceleración hacia la
identificación de posibles fuentes de financiación.
La clave es ver esa
financiación no como un gasto, sino como una inversión. El costo de no hacer
nada, será mayor al de actuar. A largo plazo, el costo de la inacción es, de
hecho, mucho mayor, y nosotros, y quizás nuestros hijos y nuestros nietos,
tengamos que pagar más después.
IPS: ¿Qué es lo que más
preocupa a la comunidad científica en relación con el impacto del cambio
climático?
MJ: Es mucho más que la
temperatura. Tiene un impacto en el ciclo hidrológico, por ejemplo más
precipitaciones en lugares donde ya llueve mucho, y menos en lugares que ya son
secos.
Amplificará el ciclo del agua,
por lo que las regiones que ya tienen escasez hídrica, tendrán más sequías y
olas de calor y viceversa, habrá más inundaciones en regiones que ya tienen
demasiada agua.
Tendrá un impacto en los
eventos climáticos extremos, como las olas de calor, que se vuelven cada vez
más frecuentes e intensas y los ciclones tropicales y tifones.
IPS: ¿Hay alguna región
particular que preocupe más a los climatólogos?
MJ: Los eventos extremos
pueden hacer retroceder el desarrollo varios años.
El aumento del nivel de mar es
una gran preocupación de las pequeñas islas del océano Índico, el Pacífico y el
Caribe, así como de las áreas costeras. En países con grandes deltas como el
del Nilo o en Bangladesh, el aumento del nivel del mar elevará enormemente la
vulnerabilidad de esos países.
En otras partes, el riesgo de
desertificación aumentará en varias regiones subsaharianas, en partes de América
Latina, Asia central y en torno a la cuenca del Mediterráneo. Afectará a muchos
países de diferentes formas.
La temperatura solo es parte
de la ecuación, porque el aumento de dos grados no será uniforme. El
recalentamiento será mayor en los continentes y océanos, y cuanta más altura,
mayor será.
Uno de los desafíos es
traducir ese panorama a gran escala a nivel regional y nacional. Todavía es un
desafío científico.
IPS: ¿Debe incluirse el cambio
climático en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?
MJ: No puede haber un
desarrollo sostenible si no se tiene en cuenta al cambio climático. Lo que se
propone ahora para los ODS es que el clima sea un factor que debe considerarse
para casi todos los objetivos propuestos de forma individual.
IPS: ¿Existe una desconexión
entre la ciencia y las autoridades en materia de cambio climático?
MJ: Sí, pero menor de la que
había. Las autoridades toman la información de los científicos con mayor
seriedad. Eso se debe a que el consenso científico es enorme. Todavía hay
algunos escépticos, pero esencialmente, la comunidad científica es casi
unánime.
La mayoría de las
interrogantes científicas, ahora tienen una respuesta clara.
¿Cambia el clima? Sí, sin
duda. ¿Se debe a las actividades humanas? Sí, con una probabilidad de más de 95
por ciento. Pero todavía hay otras preguntas que requieren más investigación
científica. La base de conocimiento es increíblemente sólida, pero queremos
comprender más y avanzar más (Fuente: Fabiola Ortiz, IPS).
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