El presidente del Tribunal
Constitucional (TC), Óscar Urviola, consideró que sería adecuado que el período
de los magistrados de este organismo se amplíe de cinco a nueve años porque, en
la práctica, estos extienden sus funciones ante la falta de acuerdos en el
Congreso para elegir a sus reemplazantes.
Indicó que en el Perú el plazo de cinco años en la gestión formal de
un miembro del TC es el más corto del mundo, considerando que en otros países
de la región este periodo dura entre ocho y 12 años, e incluso en
Estados Unidos esta función la cumplen de manera vitalicia.
“En periodos cortos de
renovación, la línea jurisprudencial del tribunal puede verse afectada,
sufriendo cambios radicales en periodos cortos y esto no es bueno para ningún
sistema jurídico, al que hay que darle estabilidad en el tiempo. Un periodo de cinco años es muy corto”,
apuntó.
Recordó que en su caso, si
bien el pasado 30 de junio cumplió su periodo de cinco años como magistrado,
este se ha extendido porque una disposición en la Ley Orgánica del TC
señala que sus miembros ejercerán plenas funciones hasta que su reemplazante, a
ser elegido por el Congreso, tome posesión del cargo.
“El Congreso, pese a que en su oportunidad se cumplió con anunciar la
necesidad de una renovación, aún no lo ha hecho. Entiendo que han estado
priorizando su agenda y, entretanto, nos queda cumplir con esa disposición”,
explicó el titular del TC.
Según detalló, esta obligación de permanecer en el cargo busca garantizar el funcionamiento del organismo constitucional y no perjudicar a la ciudadanía, pues el TC no cuenta con suplentes ni accesitarios que remplacen temporalmente a los magistrados cuyo periodo se haya cumplido.
Potestad del Congreso
Pese a que muchas veces la
falta de consensos genera demoras en la elección de los miembros del TC, Urviola
opinó que esa facultad debe continuar en manos del Congreso y no trasladarla al
Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), pues este último elige a los jueces
del foro ordinario.
En cambio, añadió, los magistrados del TC tiene la facultad de derogar leyes e incluso reconocer una competencia que se encuentre en cuestión entre poderes del Estado o en los diferentes niveles de Gobierno, lo que –recalcó- demanda una alta responsabilidad.
“Dicha potestad debe estar
investida de un mandato popular, y ese mandato lo da el Congreso de la
República, que es el depositario de la voluntad popular, lo que no ocurre con
el Consejo Nacional
de la Magistratura”, manifestó.
En mayo de 2014 y luego de varios años de
espera, el pleno del Congreso designó como nuevos magistrados del TC a Ernesto
Blume, Carlos Ramos Núñez, Manuel Miranda, Marianella Ledesma, José Luis Sardón
y Eloy Espinoza-Saldaña (Fuente: Andina. Foto: www.tc.gob.pe).
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