El papa Francisco considera
justo el anhelo de Bolivia de acceder a una salida al mar, según declaró a los
periodistas a bordo del avión papal que lo conducía a Roma tras ocho días en
Ecuador, Bolivia y Paraguay.
"Diría
que no es injusto plantearse una cosa de ese tipo, ese anhelo" de una
salida al mar, dijo el papa interrogado sobre el tema por una periodista
boliviana.
El pontífice argentino, quien
se concedió por una hora a los cerca de 75 periodistas que lo acompañaban en el
vuelo papal, descartó que la Iglesia
pueda servir de mediadora en ese diferendo marítimo.
"Siempre hay algo de
justo cuando se hacen cambios de límites territoriales y sobre todo después de
una guerra. Hay una revisión continua de eso", comentó al referirse a la
salida al mar que Bolivia perdió durante la guerra que libraron en el siglo
XIX.
Francisco aclaró que la
Iglesia católica en este momento no puede ser mediadora entre Bolivia y Chile
por el centenario pedido de los bolivianos, porque el caso está siendo
analizado en la corte de La Haya.
"Mi intervención (en la
catedral e Bolivia, ndr) fue clara. Quise intervenir sobre ese problema en
Bolivia, pero respetando la situación como está planteada en este momento, ya
que un tribunal internacional debe pronunciarse por lo que no se puede hablar
de mediación", explicó el papa.
"La
mediación es una cosa muy delicada, sería como el último paso. Argentina
vivió eso con Chile y fue para evitar una guerra. Fue una situación muy límite
y muy bien llevada por aquellos a quienes la Santa Sede dio el encargo. Detrás
estuvo siempre San Juan Pablo II interesándose. Con la buena voluntad de los
dos países que dijeron: vamos a ver si esto si va", añadió al referirse al
diferendo entre Chile y Argentina sobre el canal del Beagle que los llevó al
borde de una guerra.
La controversia entre
Argentina y Chile respecto de la soberanía de las islas del canal Beagle fue
resuelta mediante la firma del Tratado de Paz Y Amistad en 1984, acuerdo
alcanzado por mediación del entonces papa Juan Pablo II.
Se trató de uno de los grandes
éxitos de la diplomacia vaticana en el siglo XX, cuyos treinta años fueron
conmemorados el año pasado en el Vaticano.
Francisco invocó el miércoles
desde la catedral de La Paz, en Bolivia, el diálogo entre los dos países, como
única salida para encontrar una solución.
"Hay que esperar",
reconoció el papa argentino, quien lucía algo agotado, pero de buen humor,
concediéndose a la prensa por una hora.
La mediación "es la
última instancia. Siempre hay otras figuras diplomáticas que ayudan, facilitadoras.
Sería la última instancia", recalcó.
"En este momento tengo
que ser muy respetuoso de esto, porque Bolivia hizo un recurso a un tribunal
internacional. Si yo hago ahora un comentario, como yo soy jefe de un Estado,
podía ser interpretado como inmiscuirme" en asuntos ajenos.
"Soy muy respetuoso de la
posición que tomó el pueblo boliviano que quiso ese recurso. También sé que
hubo instancias anteriores de querer dialogar. No tengo muy claro",
añadió.
"Los hermanos tienen que
dialogar, los pueblos latinoamericanos tienen que dialogar también para lograr
la Patria Grande. El diálogo es necesario", recordó tras contar el momento
en que clamó por el diálogo en la catedral.
"Me detuve, hice un silencio y continué;
dije: pienso en el mar. Y luego repetí: diálogo y diálogo", rememoró
(Fuente: AFP).
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