El papa Francisco viajó hoy a
las 9.00 hora local (14.00 GMT) a Guayaquil (Ecuador), donde tiene previsto una
misa multitudinaria y visitar el colegio Javier de la Compañía de Jesús, que
conoce bien desde sus tiempos en Buenos Aires y donde tiene un amigo que no ve
desde hace 30 años.
En su segundo día en Ecuador,
el papa aterrizó a las 9.50 (14.50 GMT) en el aeropuerto local, "José J.
De Olmedo", en el mismo avión de la compañía Alitalia que le condujo de
Roma a Quito y será recibido por el arzobispo de la ciudad, el español Antonio
Arregui Yarza.
Francisco había insistido
mucho durante los preparativos del viaje en poder visitar y celebrar misa en el
santuario de la Divina Misericordia, el segundo templo más grande del país
después de la Catedral de San Pedro Apóstol.
Por problemas de seguridad,
finalmente el papa argentino hará una breve visita al santuario para después
trasladarse al cercano Los Samanes, con una superficie de 379 hectáreas y que
después de los parques de Chapultepec, en México y el Metropolitano Simón
Bolívar, en Colombia, es el tercer parque más grande de América Latina, y se
estima que tiene capacidad para un millón y medio de personas.
Tras la misa, cuyo argumento
será la familia, Francisco almorzará de manera privada con 20 padres jesuitas
del colegio Javier y en cuyas aulas han estudiado muchas personalidades del
país.
Allí le espera un amigo, el
jesuita español Francisco Cortes García, conocido como padre Paquito, de 91
años.
Francisco conoció al padre
Paquito en 1980 en ocasión de un viaje y nació una amistad y una colaboración,
cuando el entonces superior provincial de los jesuitas en Argentina envió
algunos sacerdotes a formarse en este centro.
El regreso del pontífice a
Quito está previsto para las 17.10 y a su llegada se trasladará al Palacio
Presidencial, conocido como "Carondelet" para hacer una visita de
cortesía al jefe del Estado, Rafael Correa, y a su familia.
La reunión con el presidente
ecuatoriano se celebrará el Salón de Protocolo, al tiempo que el cardenal
secretario de Estado, Pietro Parolin, y el canciller, Ricardo Patiño,
mantendrán una entrevista.
Habrá después el tradicional
intercambio de regalos y las presentaciones de la familia del presidente y de
otras autoridades, pero sin discursos ya que se pronunciaron ayer a la llegada
del pontífice.
Correa se despedirá del papa
en el patio del palacio presidencial y a pie Francisco recorrerá los 50 metros
que le separan de la catedral de Quito, donde saludará a los fieles, se
recogerá algunos minutos en oración y después bendecirá a los fieles congregados
en la plaza Grande y volverá a la nunciatura para pasar la noche (Fuente: EFE).
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