miércoles, 10 de abril de 2013

EN DÍA DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA, CIENTÍFICO MODESTO MONTOYA AFIRMA QUE NIÑOS TIENEN CARACTERÍSTICAS COMPLETAS DE UN CIENTÍFICO


En una entrevista concedida al doctor Danilo Sánchez Lihón por el Día de la Ciencia y la Tecnología, el doctor en Física Nuclear en la Universidad de París, Modesto Montoya Zavaleta, afirma que los niños tienen las características completas de un científico.

El doctor Montoya Zavaleta, quien es a la vez científico en el Instituto Carnegie Mellon de  Pittsburg, del Laboratorio Nacional de Berkeley, de la Comisión de Energía Atómica de Francia, del Instituto Nuclear de Darmstad en Alemania y del Instituto de Energía Nuclear del Perú, explica que las últimas investigaciones acerca de los más grandes científicos, mundialmente reconocidos, nos permiten decir  que ellos han tenido la suerte, por alguna razón, de mantener intactas sus cualidades de niños.

¿Cuáles son esas cualidades?, se pregunta. La curiosidad, el deseo de construir, de inventar, incluso obsesivamente, divirtiéndose en hacer artefactos nuevos, a causa de lo cual frecuentemente rompen las cosas de los padres, lo mismo que ocurre con los científicos modernos: que experimentan aspectos que no conocen, se responde Montoya Zavaleta.

Para hacer de un niño un científico no se necesita añadirle características, sino más bien estimular aquellas que le son inherentes, guiándolos en sus experimentaciones, mostrándoles interés respecto a aquello que hacen, haciéndoles sentir qué es de valor, sin desanimarlos nunca en su curiosidad, agrega el sabio peruano.

Montoya indica que los maestros de educación inicial deben ser personas altamente calificadas para tratar esas joyas que tienen en sus manos y convertirlas en algo aún más relucientes.

Otro aspecto importante a destacar es que los niños son seres humanos con un cerebro que funciona mejor que el nuestro. Aprenden las cosas muy rápidamente; es conocido, por ejemplo, el caso de niños que aprenden en un año un idioma extranjero sin ningún problema y perfectamente, expresa.

Ese es el momento vital, subraya, para el desarrollo de aquello que puede ser sutil y complejo. Todos los estímulos que reciban desde el vientre de la madre hasta los cinco años de edad, prácticamente definen su vida de futuros intelectuales.

Para enseñar ciencia a los niños se requiere sobre todo maestros preparados, nada más. Para ello hay que formar profesores alegres, satisfechos de su tarea, entusiastas. Si eso se logra el resto es secundario. Pero, además que tengan los incentivos más adecuados, sin obviar los económicos, pues de lo contrario podrán  tener edificios elegantes, adelantos tecnológicos a su alrededor, asesoramiento disponible, pero sin alcanzar los resultados esperados, puntualiza el científico (Foto: Cecilia Valderrama).

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