Con 154 votos a favor, tres en contra y 23
abstenciones, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) aprobó, el martes 2 de marzo del año en curso, el primer Tratado
Internacional sobre el Comercio de Armas.
Con este tratado se pretende abatir el empleo de armas para abusar de los derechos humanos. El actual comercio no regulado ha conducido a dramas como los niños soldado, la perpetuación de la violencia de género y las masacres de civiles en muchos lugares del mundo.
Si bien reconoce el derecho de los Estados a su defensa, el tratado impone la regulación de exportaciones, importaciones, trasbordos e intermediación.
Su alcance son las armas convencionales –tanques de guerra, vehículos de combate blindados, sistemas de artillería de gran calibre, aviones y helicópteros de combate, buques de guerra, misiles y cohetes–, así como las armas pequeñas y ligeras.
El tratado obliga a sus estados parte –aquellos que lo ratifiquen— a reportar sus transferencias de armas y a evaluar si esos embarques terminarán en manos de violadores de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario.
Este instrumento internacional estará abierto para su firma a partir del 3 de junio. De acuerdo a la resolución aprobada, su entrada en vigor requiere la ratificación de 50 estados y regirá solamente para aquellos que completen ese proceso, sin imponer obligaciones legales a los demás, explicó Nikola Jovanovic, portavoz y asesor del presidente de la Asamblea General, Vuk Jeremić.
"Las resoluciones de la Asamblea General no son legalmente vinculantes, pero hay una obligación política de continuar y de cumplir", dijo Jovanovic a Inter Press Service (Fuente: IPS).
Con este tratado se pretende abatir el empleo de armas para abusar de los derechos humanos. El actual comercio no regulado ha conducido a dramas como los niños soldado, la perpetuación de la violencia de género y las masacres de civiles en muchos lugares del mundo.
Si bien reconoce el derecho de los Estados a su defensa, el tratado impone la regulación de exportaciones, importaciones, trasbordos e intermediación.
Su alcance son las armas convencionales –tanques de guerra, vehículos de combate blindados, sistemas de artillería de gran calibre, aviones y helicópteros de combate, buques de guerra, misiles y cohetes–, así como las armas pequeñas y ligeras.
El tratado obliga a sus estados parte –aquellos que lo ratifiquen— a reportar sus transferencias de armas y a evaluar si esos embarques terminarán en manos de violadores de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario.
Este instrumento internacional estará abierto para su firma a partir del 3 de junio. De acuerdo a la resolución aprobada, su entrada en vigor requiere la ratificación de 50 estados y regirá solamente para aquellos que completen ese proceso, sin imponer obligaciones legales a los demás, explicó Nikola Jovanovic, portavoz y asesor del presidente de la Asamblea General, Vuk Jeremić.
"Las resoluciones de la Asamblea General no son legalmente vinculantes, pero hay una obligación política de continuar y de cumplir", dijo Jovanovic a Inter Press Service (Fuente: IPS).
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