La vida podría haber aparecido en la Tierra hace
4,100 millones de años, mucho antes de lo que los científicos creían. De hecho,
es poco después (relativamente) de la formación del planeta, ya que la Tierra apenas tenía entonces 440 millones
de años. De confirmarse estas conclusiones, basadas en conteos
isotópicos del carbono contenido en muestras de zircón en Australia, esto
implicaría que la vida podría ser
abundante en el universo.
Encontrar muestras minerales
de las rocas más antiguas del planeta no resulta sencillo, puesto que el
relieve de la Tierra está en constante cambio y evolución. El zircón es un
mineral duro y resistente que se emplea como imitación de los diamantes. Para
los científicos el zircón es una
especie de "cofre del tiempo" capaz de conservar muestras de su
entorno, atrapadas en su interior en el momento en que fraguaron como
cristal a partir de roca derretida. Cuanto más antiguo el zircón, más antiguo
el tesoro que conserva, y desde ese punto de vista Australia es la isla del
tesoro por la edad de las piezas encontradas allí. Baste decir que en una zona
australiana llamada Jack Hills se encontró en su día un cristal de zircón
datado en 4.400 millones de años y considerado la roca más antigua conocida de
la Tierra.
Mark
Harrison, geoquímico de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) forma
parte del equipo responsable del estudio, cuyas conclusiones acaban de
publicarse en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Básicamente, lo que hicieron fue identificar 656 zircones que contenían motas
oscuras en su interior. Tras analizarlos se centraron en 79 muestras cuya apariencia parecía indicar que contenían
grafito, que como sabréis se compone de carbono, el componente clave
para la vida en la Tierra. La vida prefiere muy a menudo ciertos isótopos de carbono, de modo que analizando los niveles
de esos isótopos en las muestras atrapadas en el zircón, los científicos
podrían saber si el grafito era de origen biológico o no.
Volvamos sobre el experimento.
De las 79 muestras de zircón elegidas para el trabajo, sólo se pudo encontrar grafito atrapado en el
interior de una muestra. Podéis imaginar lo nerviosos que se ponían los
científicos cuando manipulaban este diminuto fragmento de zircón, cuyo espesor
era aproximadamente la mitad de un cabello humano. Cuando dataron el zircón,
mediante un conteo de los niveles de isótopos de uranio al plomo, descubrieron
que tenía 4,100 millones de años.
Y al analizar el carbono atrapado en su interior encontraron que poseía un alto porcentaje de isótopos de carbono-12 y
carbono-13, las formas de carbonos preferidos por la vida. (Los isótopos
son átomos de un elemento con un número variable de neutrones).
El porcentaje de estos dos
isótopos de carbono sugiere un origen biológico, probablemente como
resultado de formas de vida fotosintéticas que empleaban la energía del sol
para transformar dióxido de carbono en azúcares. De confirmarse este extremo,
sería tanto como reconocer que la vida
en la Tierra podría haber comenzado casi instantáneamente. Y si sucedió
en la Tierra podría suceder en cualquier otro lugar del universo donde se den
las condiciones idóneas. Hasta ahora los científicos imaginaban la Tierra
primigenia como un erial para la vida durante muchos cientos de millones de
años tras su formación, pero esta nueva evidencia sugiere que la vida podría haber surgido en la Tierra
antes incluso que el episodio conocido como bombardeo intenso tardío.
Y esto es realmente algo
apasionante, porque si todas las formas de la vida se extinguieron en nuestro
planeta hace 3900 millones de años durante ese episodio, lo que han encontrado
los científicos podría ser la evidencia
de una aparición de la vida en la Tierra previa a la que llegó después.
La vida debió restaurarse rápidamente después de que fuera barrida de la Tierra
por el bombardeo de meteoritos. De ser así, las probabilidades de encontrar
vida en otros mundos resultan cada vez más elevadas (Fuente: Yahoo! Noticias).
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