lunes, 18 de agosto de 2014

EL DÍA QUE ROBIN WILLIAMS SALVÓ A SU AMIGO SUPERMAN

La capacidad de Robin Williams de esgrimir su sonrisa incluso en los momentos más duros no era algo exclusivo de sus papeles en el cine. El actor no dudaba en hacer uso de su sentido del humor en todas las facetas de su vida, algo de lo que puede dar fe la familia del que fuera el Superman  más famoso del cine, Christopher Reeve. Y es que para muchos de sus allegados, Williams lo salvó de morir en el quirófano tras su aparatoso accidente montando a caballo.

Después del accidente que sufrió Reeve en 1995, al caerse del equino y fracturarse dos vértebras cervicales para perder la movilidad de todo el cuerpo salvo la mano izquierda, Williams se mantuvo constantemente a su lado, como un miembro más de su familia. Incluso se comprometió a hacerse cargo de todos los gastos médicos del actor de entonces 42 años que no fueran cubiertos económicamente por su seguro médico y se involucró profundamente en su fundación para la investigación sobre la parálisis.
Según contaba el más carismático Superman de Hollywood, momentos antes de la complicada operación de recolocación del cráneo en la columna, de la que Christopher Reeve sólo tenía un 50 por ciento  de posibilidades de salir con vida, Robin Williams se presentó por sorpresa en la habitación del hospital haciéndose pasar por un proctólogo ruso dispuesto a "hacer un examen rectal a Superman". El llamado Dr. Kosevich, un personaje con dificultades para hablar inglés, era el extravagante personaje que interpretó en la comedia 'Nueve meses' (1995).

"Era un momento especialmente oscuro de mi vida y de repente abrió la puerta un tipo bajito con un gorro azul, bata quirúrgica y gafas que hablaba con acento ruso", contó después Reeve.

"Me reí por primera vez desde el accidente. Mi viejo amigo me ayudó a saber que, de alguna forma, todo iba a salir bien", relató el propio Reeve, que una década después, el 10 de octubre de 2004, moría a los 52 años tras la lucha más grande de su vida.

En 1973, Robin Williams y Christopher Reeve fueron los dos únicos nuevos alumnos del programa avanzado de la prestigiosa escuela de arte dramático Juilliard de Nueva York, fundada el año anterior por John Houseman.

El actor Robin Williams saltó a la fama a fines de la década de 1970 como el extraterrestre en la serie televisiva 'Mork and Mindy'. Luego conquistó la pantalla grande con cintas cómicas como 'Good Morning, Vietnam', 'Mrs. Doubtfire' y 'Jumanji' pero el premio Oscar se lo llevó por un papel más serio, como el terapeuta de 'El indomable Will Hunting'. Su estilo más emblemático era como cómico, pero también nos conmovió con grandes interpretaciones dramáticas.
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Ambos estudiantes y compañeros de cuarto se hicieron inmediatamente amigos, llegando a prometerse que si cualquiera de los dos alcanzaba la fama y el éxito profesional se encargaría de que el otro no pasara hambre.

En 1978 Reeves sería elegido para interpretar a Superman en la superproducción de Richard Donner y Williams debutó en la exitosa serie Happy Days en el papel de Mork, lo que le propiciaría su propio spin-off Mork & Mindy. Durante la década de los 80, los dos amigos alcanzaron ese éxito que se habían deseado mutuamente apenas unos años antes (Fuente: Diario Excélsior de México).

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