Deudos de difuntos que yacen
en los diversos cementerios de Lima y el Callao recordaron y celebraron ayer,
Día de Todos Los Santos, a sus seres queridos con música, cantos, danzas,
poemas y oraciones, además de llevarles sus platos que les eran preferidos en
vida.
Miles de personas
asistieron, premunidos de flores, instrumentos musicales, comida y cajas de
cerveza, a los cementerios Presbítero Maestro, El Ángel y los periféricos de
Villa María del Triunfo, San Juan de Lurigancho y Comas de Lima, así como El
Baquíjano y El Británico del Callao, lugares donde los guardianes se mostraron
celosos del orden.
El recordar a las personas
que perdieron la vida se ha vuelto en Lima y las regiones del interior del país
en una verdadera fiesta popular donde, paradójicamente ante la evidencia de la
muerte, prima la alegría y se brinda y come con los que ya no están más entre
nosotros (Foto: D.R.)
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