LEGADO ANDINO Y
PATRIA CRIOLLA:
UNA NACIÓN
INCONCLUSA
Por: José Matos Mar
Nuestra historia es el resultado de un largo proceso en el que se
distinguen etapas definidas. El siglo XVI significó su mayor cambio estructural
y representa un verdadero hito en esta trayectoria. El encuentro entra la
Sociedad Andina y los conquistadores españoles estableció una relación de
dominación-subordinación entre dos culturas, dos pueblos y dos economías
diferentes. La colonización generó para el espacio andino la necesidad de
síntesis y formación de una nación e identidad peruana, ya no exclusivamente “indígena”.
Se inició así la gestación de una Patria Criolla. Era indispensable que ésta
integrara dos legados: el andino y el hispánico, para dar paso al surgimiento
de una sociedad y cultura unitarias. Por la índole misma de la conquista la
herencia andina resultó marginada. Problema crucial que, desde el 16 de
noviembre de 1532, constituye la causa fundamental de una crisis continuada y
que está aún por resolverse.
Alterada la organización andina indígena y reorganizada la población
nativa, en sus localidades y regiones bajo formas nuevas, se perdió la
coherencia del mundo pre-hispánico. Los nativos procuraron defender su lengua y
creencias, sus normas y costumbres, sus artesanías, dieta, música y, sobre
todo, sus estilos económicos, mientras eran sometidos a los términos impuestos
por la metrópoli extranjera. Los conquistadores toleraron está resistencia
cultural en tanto no representara una amenaza para su sistema de gobierno, Fue
algo así como un pacto mudo y una sorda oposición.
La conquista desplazó a la alta cultura indígena y andina hacia el polo
subordinado de la nueva formación social, en tanto que lo hispano y europeo
adquirió carácter dominante. El virreinato nos ubicó en una situación colonial
y consiguió definir una estructura social y política que sometió al mundo
conquistado y lo integró en la periferia de metrópolis lejanas. Desde entonces
la oposición entre lo indígena y lo alienígena, entre lo andino y lo hispano,
entre lo nativo y lo europeo, abrieron una grieta en la conciencia nacional.
Se gestó, así, una persistente discriminación entre serrano y costeño,
indio y criollo, entre lo rural y lo urbano. Oposición y contraste a toda
escala que dio paso a una red arborescente de dominación interna, en base a la
distancia cultural, social, política y económica mantenida entre el Estado
colonial y el resto de la sociedad. Un pequeño grupo de españoles peninsulares
y criollos frente al vasto conjunto nativo desarticulado y explotado.
Tomado del libro
“Desborde popular y crisis del Estado” de José Matos Mar, publicado por el
CONCYTEC en 1988.
Rincón
literario de URPI para los que inspiran sus acciones en la lectura.
Boletín virtual de los sábados.
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