PÁGINAS MEMORABLES

¿QUÉ SE ENTIENDE POR MANIPULACIÓN?

(Tomado de la revista Concilium)

 

 

Por: H. Luthe 

 

El término manipulación encierra un carácter claramente específico: una cualificación expresamente negativa, el anatema moral. Pues manipulación no significa una mera influencia o ejercicio de poder como tales, sino una forma del todo específica, irracional, de ejercer la influencia y el poder.

Es el ejercicio del poder sin legitimación, sin autoridad. La manipulación – montada sobre un análisis de los datos ofrecidos por la investigación de los motivos – descarta todo razonamiento crítico del interesado. El hombre no percibe el ataque, igual que no percibe una combinación química. Los estímulos de la manipulación son percibidas de forma inconsciente; por medio de un arreglo hecho hábilmente permanecen ocultos a la conciencia. Crean así una falsa conciencia, a partir de la cual la víctima de las prácticas de manipulación cree falsamente que ha tomado una decisión racional. Al aprovecharse de forma irresponsable de una disposición fundamental del hombre, de su naturaleza social, paralizando así su capacidad de objetivación y de distanciamiento de su libertad, la manipulación ha de ser considerada de hecho como más inhumana que todas las formas de violencia o de opresión. Desde esta interpretación cabe constatar con claridad que las prácticas de la bioquímica y de la psicofarmacología han de ser consideradas principalmente como una manipulación en el sentido de las ciencias de la naturaleza.

 

Cuando alguno define, por tanto, con la palabra manipulación alguna actuación  determinada, expresa con ello una infravaloración que cualifica de forma claramente negativa las intenciones del que actúa. Es significativo, al mismo tiempo, el hecho de que la manipulación como forma de influencia, y en contraposición a la agitación y la propaganda, es condenada generalmente tanto por los representantes de las ideologías de izquierda como por las de derecha. Por ello, como ya hemos señalado, el término manipulación es especialmente apropiado para servir como instrumento de polémica, y de una polémica que descarta en el adversario toda conciencia moral (Foto: D.R.)

 

 

Concilium, revista internacional de teología, El hombre manipulado, mayo de 1971.

 

 

 

 

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