La Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por
intermedio de su directora general Irina Bokova, rindió ayer un emotivo
homenaje a la niña Malala Yousufzai, símbolo de la paz de Pakistán, quien fuera
abaleada el 9 de octubre pasado en su país por un talibán, por promover el
derecho de las mujeres a estudiar.
La joven activista de 14
años de edad, quien es tratada en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham de Londres (Inglaterra) para
su recuperación, se puso de pie por primera vez hoy y se comunicó mediante
notas escritas, según afirmó el director del nosocomio, Dave Rosser.
El facultativo explicó que
la adolescente tiene “cierto daño físico en el cerebro en la cabeza, pero
parece que funciona bien intelectualmente debido a que su capacidad motriz le
permitió pararse”.
En el homenaje de la UNESCO,
Irina Bokova dijo que todos somos Malala y que su valentía debe inspirar
nuestra lucha para garantizar el derecho fundamental de todos los seres humanos
de recibir educación.
Asimismo Bokova recordó que
Malala se convirtió en blanco de los talibanes porque representa el derecho de
todas las niñas a poder estudiar.
Malala era un peligro para
los talibanes del valle de Swat (donde sufrió el atentado criminal), pues
simbolizaba la resistencia de muchas jóvenes y familias de esa zona frente al
cierre de las escuelas para niñas.
"Este
es un ataque contra todas las jóvenes, es un ataque contra el derecho a
aprender y el derecho de vivir una vida plena, y es inaceptable", afirmó.
En ese
sentido, calificó el ataque de extremadamente cobarde y brutal, al paso que aplaudió
la decisión del gobierno paquistaní de proteger las escuelas de niñas y buscar
a los responsables de ese intento de asesinato (Fuente: OCLACC).
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