Por: Sergio Verástegui Valderrama
Borraré mil pasos hasta la orilla,
detendré el sol por un instante,
cubriré la luna que más brilla,
callaré una elegía acariciante...
Silencio, no debe saber jamás,
duerme, se desgarró el vestido,
reposa en caldero de aguarrás,
el magenta sueño de un nido...
Secaré el mar con una almeja,
ahogaré truenos con un silbido,
ocultaré la lluvia tras una reja,
recogeré el polen esparcido...
Callad, que prosiga su sueño,
las luces claman su nombre,
sólo sabe, demente empeño,
inundar sus mejillas de cobre...
No espero el fin de esta partida,
no anhelo concluir mi desventura,
no quiero saber que en esta vida,
me ha sido vedada tu ternura.
detendré el sol por un instante,
cubriré la luna que más brilla,
callaré una elegía acariciante...
Silencio, no debe saber jamás,
duerme, se desgarró el vestido,
reposa en caldero de aguarrás,
el magenta sueño de un nido...
Secaré el mar con una almeja,
ahogaré truenos con un silbido,
ocultaré la lluvia tras una reja,
recogeré el polen esparcido...
Callad, que prosiga su sueño,
las luces claman su nombre,
sólo sabe, demente empeño,
inundar sus mejillas de cobre...
No espero el fin de esta partida,
no anhelo concluir mi desventura,
no quiero saber que en esta vida,
me ha sido vedada tu ternura.
(*)Tomado del poemario inédito del autor el WALHALLA DE REGOIS, 25 de febrero del 2008.
Rincón literario de URPI para los que inspiran sus
acciones en la lectura.
Boletín virtual de los sábados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario