sábado, 16 de marzo de 2013

PÁGINAS MEMORABLES


PERSPECTIVA O ENFOQUE DE GÉNERO

 

 


 
Por: Eve Günther

La Perspectiva de Género, llamada también enfoque de género, se basa en la Teoría de Género y se inscribe en tres paradigmas: el paradigma teórico histórico-crítico, el paradigma cultural del feminismo y el paradigma del desarrollo humano.

Las raíces de la Perspectiva de Género están en el materialismo histórico, la antropología y la historia críticas, y el psicoanálisis. Su desarrollo continúa hoy en los mismos terrenos, enlazándose en su dimensión con la sociología, la semiótica y las demás disciplinas sociales y humanísticas -teóricas y aplicadas- encaminadas a la comprensión y la ampliación del desarrollo y la democracia. En los ámbitos de la medicina, las tecnologías de la alimentación y la ecología, el influjo de la Teoría de Género es particularmente notable.

Como paradigma ético inédito, como visión filosófica contemporánea, como óptica renovada para comprender el desarrollo de la historia, y como acción política democratizadora, la Teoría de Género tiene su punto de partida en el feminismo contemporáneo. En los últimos años se ha iniciado un desarrollo en el campo apenas roturado de la masculinidad crítica: algunos hombres reconocen los orígenes de sus propias aportaciones en las obras y las acciones de las feministas, analizan las formas dominantes de la condición masculina y plantean alternativas no sexistas y antisexistas para las relaciones entre hombres, y de los hombres con las mujeres.

El fundamento de la Teoría de Género es crítico, la índole de los enfoques que genera es crítica, y le es imprescindible la crítica de la modernidad. Todo ello ubica a la Teoría de Género en las corrientes democratizadoras postmodernas, comprendidas en el horizonte histórico-cultural de la modernidad misma, que no se ha clausurado.

Cosmovisión de género

Cada sociedad y cada persona tienen su propia concepción de género. Es parte de su visión del mundo, de su historia y de sus tradiciones. Toda concepción de género se conjuga con las otras visiones que conforman las identidades culturales y las de cada persona, los valores imperantes y las motivaciones para la acción. Así se integran las cosmovisiones de género, sociales y personales.

Las ideas, los prejuicios, los valores, las interpretaciones, las normas, los deberes y las prohibiciones sobre la vida de las mujeres y los hombres conforman las cosmovisiones particulares de género, que son siempre etnocentristas. Cada persona se identifica con la cosmovisión de género de su mundo y la cree única valedera, universal.

En cada persona convergen cosmovisiones de género diversas, y en parte sus concepciones, valores y juicios son de origen milenario, en parte se generaron hace unos siglos, otras provienen del racionalismo científico y otras más se estructuran en el contacto con acontecimientos más recientes y con la televisión.

La cultura, como vivencia social, y la subjetividad de cada quien, se organizan de manera sincrética: en ellas coexisten eclécticamente y produciendo mayor o menor tensión, aspectos de diversas cosmovisiones en general, y de las cosmovisiones de género en particular. Además, a lo largo de su vida cada quien modifica su cosmovisión de género a medida que cambian la sociedad y los valores y que la experiencia personal se acrecienta.

Perspectiva de Género




 

En la academia, en los movimientos y organizaciones feministas, en las organizaciones ciudadanas y también en los organismos públicos e internacionales, se desarrolla una visión explicativa y alternativa de lo que acontece en el orden de géneros. A esta visión analítica encauzada hacia la acción institucional y civil se le conoce, precisamente, como Perspectiva o enfoque de Género. Ya se acepta que quien se ubica en esa perspectiva hace referencia a la concepción que sintetiza las teorías y las filosofías liberadoras desarrolladas a partir de las contribuciones feministas a la cultura y a la política.

La Perspectiva de Género permite enfocar, analizar y comprender las características que definen a mujeres y hombres de manera específica, así como sus semejanzas y sus diferencias. Desde esa perspectiva se analizan las posibilidades vitales de unas y otros, el sentido de sus vidas, sus expectativas y oportunidades, las complejas y diversas relaciones sociales que se dan entre ambos géneros; también los conflictos institucionales y cotidianos que deben encarar, y las múltiples maneras en que lo hacen.

Contabilizar los recursos y la capacidad de acción de mujeres y hombres para enfrentar las dificultades de la vida y realizar sus propósitos, es uno de los objetivos de ubicarse en la Perspectiva de Género, y uno de sus resultados más prometedores.

Las cuestiones sustantivas que se plantean desde la Perspectiva de Género son:

¿En qué medida la organización patriarcal del mundo y las condiciones femenina y masculina que genera facilitan e impiden a las mujeres y a los hombres satisfacer sus necesidades vitales, realizar sus aspiraciones y dar sentido a sus vidas?
¿Cuál es la distancia entre el desarrollo personal y social de mujeres y hombres?
¿Cuál es la relación entre el desarrollo y el avance de los hombres respecto de las mujeres, y de las mujeres respecto de los hombres?
Las relaciones de dominio y opresión entre los géneros, y las formas de ser mujer y ser hombre en las condiciones patriarcales, ¿favorecen el desarrollo social, el ejercicio de los derechos humanos y el mejoramiento de la calidad de la vida?
¿Cómo se crean y se desarrollan los procesos históricos de las relaciones patriarcales entre los géneros, cómo cambian y cómo es posible crear una alternativa no opresiva ?

Análisis de género



El análisis de género es la síntesis entre la Teoría de Género y la Perspectiva de Género. Esta perspectiva se estructura a partir de la ética y conduce a una filosofía posthumanista  consistente antes que nada en el reconocimiento de la diversidad de géneros como un hecho enriquecedor en la construcción de una humanidad diversa, equitativa, igualitaria justa y democrática. Plantea que el dominio de género produce la opresión de género, y que ambos son obstáculos en esa construcción.

El análisis de género desmenuza las características y los mecanismos del orden patriarcal, y de manera explícita critica sus aspectos nocivos, destructivos, opresivos y enajenantes, debidos a la organización social estructurada por la inequidad, la injusticia y la jerarquización basadas en la diferencia sexual transformada en desigualdad genérica.

Creación de conocimientos, interpretación, práctica social
 
Las críticas desde la Perspectiva de Género emprendidas originalmente por las mujeres feministas y enfocadas hacia el sentido y el orden del mundo y los contenidos asignados a sus vidas, han sido impulso fundamental de la aplicación y el desarrollo de esta perspectiva. Sus aportes van desde la creación de conocimientos nuevos sobre viejos temas, hasta la formulación de renovados argumentos y recursos interpretativos. Y pasan por la legitimación de las concepciones de millones de feministas movilizadas en el mundo para resistir y cambiar el orden patriarcal.

En este sentido, es notable cómo estas mujeres han convencido a muchas otras mujeres, y a muchos hombres, gobiernos e instituciones internacionales, de la razón de sus razones y de la urgencia de iniciar la resolución de problemas ubicándose desde la Perspectiva de Género.

El enriquecimiento de la Perspectiva de Género ha sido un proceso abierto de creación de conocimientos, interpretación y práctica social y política. Las mujeres de muchos países, culturas, instituciones, organizaciones y movimientos, se han identificado entre ellas y han identificado problemas antes inimaginados. Han propuesto conceptos, categorías e interpretaciones, y han hecho de su discurso la lengua franca de los hombres y las mujeres que asumen la democracia de género como su propia causa, como el móvil de sus vidas.

Ese encuentro se perpetúa en espacios que van de la academia a los organismos civiles conocidos como oenegés, las agencias internacionales, las instituciones gubernamentales, los pequeños grupos, las cooperativas, los sindicatos, los partidos, las iglesias...

La diversidad de las mujeres y de las problemáticas que les interesan, ha encontrado en la Perspectiva de Género una vía eficaz para hacer avanzar sus propuestas; y mediante el acceso que ellas se han abierto a los mecanismos institucionales, encuentros, foros, congresos y asambleas han producido incontables investigaciones y propuestas de los más diversos tipos. Pero sobre todo, han inventado alternativas que difunden en publicaciones, medios audiovisuales y toda clase de creaciones estéticas.

Con todos esos productos de su creatividad, estas mujeres procesan y difunden lo que inventan en todas las latitudes para enfrentar vidas en apariencia distintas pero en realidad demasiado semejantes. Así, han globalizado la Perspectiva de Género en los canales formales e informales destinados a intercomunicar a otros sujetos y a intercambiar otros bienes. Y desde la concatenación de esos espacios primordiales han conseguido impulsar su causa y convertirla en una causa social, en una causa de todos, mujeres y hombres, organizaciones y organismos, Estados e instituciones internacionales.


Convergencia de teorías sociales y resignificación de contenidos profundos

La Teoría de Género hace converger a otras teorías históricas y sociales que se activan en la cotidianidad con la Perspectiva de Género. Las políticas públicas y las acciones civiles diseñadas desde esta óptica benefician a las mujeres y contribuyen al desmantelamiento del patriarcado.

Este es el proceso de transformación en el que, a partir de la configuración misma de un hecho o de un paradigma y a través de las contradicciones propias de éstos, se desmontan, se reubican resignifican, y se redefinen y reformulan sus contenidos profundos. Así se recompone el orden. En esta metodología deconstructiva no es posible el cambio como agregación: la creación, la nueva construcción de cosmovisiones y relaciones exigen deconstrucción.

Esto está sucediendo a medida que se desarrolla la Teoría de Género y se expanden los estudios y los proyectos de acción pública o civil en los que se aplica la Perspectiva de Género.

Creación de cultura
La Perspectiva de Género es uno de los pocos caminos de creación cultural que en la historia humana han alcanzado el dinamismo y la adhesión democrática en la construcción teórico-política. Hoy, la Perspectiva de Género es parte inseparable de uno de los procesos socioculturales más valiosos por su capacidad de movilizar a mujeres y hombres, instituciones y organismos de diversas clases, y por los frutos que ha producido. Forma parte del bagaje de la cultura feminista que dio igualmente origen a las búsquedas masculinas para eliminar la opresión genérica, y constituye sin lugar a dudas la mayor aportación de las mujeres a la cultura.

Desde la Perspectiva de Género se diseña una infinidad de propuestas, programas y acciones alternativas, oficiales y civiles, para afrontar los problemas sociales generados en la opresión de género, la disparidad entre los géneros y la inequidad y la injusticia resultantes.

Hoy, millones de seres humanos, sobre todo mujeres, abren en la Perspectiva de Género caminos inéditos para construir alternativas a su estrechez y sus carencias, a la injusticia y la violencia, a la pobreza, la ignorancia y la insalubridad.

Aunque con resultados desiguales, destaca en esa senda la realización de opciones ideadas por las mujeres mismas. En medio de incomprensión y hostilidad, e incluso de acciones con anti perspectiva de género, las acciones públicas y civiles y la participación social y política que ellas impulsan, les han permitido ser destinatarias, beneficiarias y protagonistas de procesos políticos particularmente importantes por sus alcances, y por los cambios de mentalidad y actitud de los que son producto al tiempo que inciden en ellos.

Construcción de la democracia genérica

En el sentido patriarcal de la vida, las mujeres deben vivir de espaldas a sí mismas, como seres-para-los- otros. La Perspectiva de Género expresa las aspiraciones de las mujeres y les permite llevar a cabo acciones para salir de la enajenación y actuar cada una como un ser-para-sí, como sujetos históricos.

La problemática de género en que estamos inmersos mujeres y hombres, forma hoy parte sustantiva en la construcción de la democracia y en la redefinición de los modelos de desarrollo. Pero también de la resignificación de la vida personal y colectiva.

Las propuestas formuladas y las acciones emprendidas para cambiar van de lo macro a lo micro, de la formación social a la persona, de la casa al Estado, de la localidad al mundo, del género a cada quien, de cada persona a organizaciones incontables y a la sociedad.

 

(*)Fotos: Derechos Reservados.

 

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